El desayuno es una parte fundamental de nuestra alimentación. Salir de casa sin desayunar, o incluso sin el desayuno adecuado, favorece que podamos sufrir problemas de sobrepeso y obesidad entre otros. De hecho, según el reciente estudio “Papel del desayuno y su calidad en la salud de los niños y adolescentes en España”, publicado en la revista Nutrición Hospitalaria en 2021, los niños que no desayunan tienen un 43% más de riesgo de sufrir problemas de obesidad.
Todas las personas debemos concienciarnos de la necesidad de tomar un desayuno equilibrado, así como de ofrecérselo a nuestros hijos. De esta manera, nos aseguramos de que contamos con la energía necesaria para afrontar el día a día y las largas jornadas laborales. En este artículo te ofrecemos las claves para disfrutar de desayunos equilibrados a la vez que deliciosos.
Según los expertos, un desayuno equilibrado debe contener el 30% del aporte energético diario. De esta manera, obtendremos la fuerza necesaria para nuestras actividades. Además, por contradictorio que parezca, un desayuno adecuado debe tomarse en casa, sentado y sin prisas. Dedicar unos 20 minutos a comer de manera adecuada nos ayuda a tener una buena relación con la comida, que nos permite disfrutar de los alimentos que tomamos.
Y aunque no podemos generalizar sobre cómo es un desayuno equilibrado, puesto que debe adaptarse al peso y a la actividad de cada persona, sí que es posible establecer unas pautas básicas para un desayuno sano y perfecto. Algunas claves son genéricas y nos permiten disfrutar de desayunos equilibrados y beneficiosos para nuestra salud.
Las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas son los tres elementos que no pueden faltar en cualquier desayuno equilibrado. Un fiambre bajo en grasa, un lácteo desnatado, cereales integrales, fruta fresca y frutos secos o aceite de oliva son, por lo tanto, algunos de los alimentos indispensables para el desayuno de una persona sana. Por supuesto, la cantidad de todos estos alimentos deberá ser proporcional al peso de la persona.
Es decir, un desayuno equilibrado no puede limitarse a un simple café mientras nos vestimos y vamos con prisa, sino que ha de ser variado y tomarse con calma. En definitiva, es la antesala de un largo día, por lo que es importante darle su espacio y prestar la atención que requiere.
Los desayunos equilibrados no son solo para las personas adultas, sino también para los más pequeños de la casa. Ofrecer a los niños un desayuno equilibrado no es una garantía de que se lo vayan a comer. Según la relación de cada niño con la comida, los padres debemos aprender algunos pequeños trucos que facilitarán que el pequeño coma mucho mejor.
Servir porciones pequeñas (siempre las podemos aumentar si se quedan con hambre) es una buena manera de que los pequeños se acostumbren a ciertos alimentos nuevos. Que los niños coman variado, aunque tengan manía por un alimento en concreto, nos asegurará que tienen una dieta completa, sana y equilibrada.
En definitiva, los desayunos equilibrados son para todas las personas, adultas y pequeñas. En el caso de los niños, siguiendo estas sencillas pautas conseguiremos que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes. Y para los mayores, no hay nada mejor que tomar un buen desayuno equilibrado para afrontar mejor los quehaceres del día a día, con energía.