Cuando hablamos de la inocuidad de los alimentos, nos referimos a la garantía de que no causará daño al consumidor cuando sean preparados o ingeridos por él. Se trata de uno de los cuatro grupos básicos de características que garantizan la calidad de los alimentos, junto a las nutricionales, las organolépticas y las comerciales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió dedicar el año 2015 a la inocuidad alimenticia por ser un tema esencial para las personas de todo el mundo. Con la globalización aumenta el riesgo de la calidad de los productos, por eso es necesario reforzar los sistemas que velan por la inocuidad de los alimentos. Es muy importante que se cuide su seguridad, desde que sale de la granja hasta que llega al plato de los consumidores.
La OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) son las entidades encargadas de transmitir la información necesaria sobre las prácticas y las directrices necesarias en caso de detectar brotes de enfermedades en los alimentos. Para tal tarea utilizan toda una red internacional de información.
Sin embargo, no solo las grandes organizaciones y empresas tienen la responsabilidad total sobre los alimentos, sino que también nosotros los consumidores debemos velar por nuestra propia salud. Para ello hay una serie de procedimientos aconsejables que no siempre se siguen al pie de la letra en los hogares:
Tenemos que tener en cuenta que los alimentos viajan desde otros países y que son manipulados por diferentes manos. Y aunque han de pasar unas medidas de seguridad e higiene, no estamos exentos de poder contagiarnos o dañarnos con su preparación y consumo. Por eso es importante la inocuidad de los alimentos tanto a nivel empresarial como de en su preparación e ingesta posterior.
Y lo cierto es que este tema pasa casi desapercibido para la mayoría de las personas, por eso es necesario concienciar tanto a mayoristas como minoristas, a grandes colectivos y al pequeño consumidor, de que la inocuidad de los alimentos es un tema importante y que puede prevenir muchas enfermedades.
Cada lugar y zona del mundo cuenta con una biodiversidad particular que puede no ser beneficiosa para otra parte. Por eso tenemos que cuidarnos y asegurarnos de la inocuidad de los alimentos. La globalización nos permite consumir productos de la otra punta del mundo, pero es muy importante tratarlos con la mayor seguridad.
En definitiva, está en nuestras manos cuidarnos. Al igual que elegimos los alimentos más saludables para nuestra dieta equilibrada y variada, es importante manipular los alimentos con cuidado para garantizar que no nos dañan al consumirlos o que puedan generar enfermedades que afecten al resto de la población. Solo esta manera estaremos cuidándonos.