Para la detección de algunas enfermedades o para saber cómo está alguna parte de nuestro cuerpo por dentro, se necesitan una serie de pruebas que consisten en obtener imágenes de dentro del cuerpo, estas son pruebas de radiodiagnóstico.
En el siguiente artículo queremos explicarte en qué consisten las pruebas de radiodiagnóstico y qué incluyen.
Pruebas de radiodiagnóstico ¿en qué consisten?
El radiodiagnóstico es un procedimiento diagnóstico que nació en 1895. Con esta disciplina se emplean técnicas que aprovechan la radiación para entrar en los tejidos y así producir imágenes del interior del cuerpo, es decir, se toman imágenes mediante equipos de rayos X.
Las imágenes tomadas por las pruebas de radiodiagnóstico aportan información importante que ayuda a los médicos a determinar un diagnóstico, verificar la extensión de la enfermedad, proporcionar un tratamiento, así como realizar un seguimiento del paciente.
Objetivos de las pruebas de radiodiagnóstico
Este tipo de pruebas son una herramienta fundamental dentro del campo de la medicina ya que aportan información crucial para el cuidado de la salud. Cómo hemos mencionado, se utiliza con el fin de obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo.
- Uno de los objetivos principales de las pruebas de radiodiagnóstico es la detección precoz de enfermedades. Se pueden identificar signos de alguna patología concreta incluso antes de tener algún tipo de sintomatología. Esto permite poder intervenir de forma temprana y mejorar la calidad de vida.
- Otro objetivo de estas pruebas es realizar un diagnóstico diferencial, es decir, poder distinguir entre diferentes enfermedades que presentan una sintomatología similar. Por ejemplo, se utiliza en pruebas oncológicas para saber tanto la extensión como la naturaleza de un tumor.
- Antes de realizar procedimientos quirúrgicos, las pruebas de radiodiagnóstico son clave para la valoración preoperatoria para poder identificar cualquier tipo de anomalía que pudiese influir durante la cirugía.
- Otro de los objetivos es poder realizar un seguimiento de la respuesta a un tratamiento y de la progresión de una enfermedad. Esto es relevante en enfermedades crónicas como el cáncer.
Pruebas de radiodiagnóstico más frecuentes.
Las pruebas de radiodiagnóstico más frecuentes incluyen:
- Radiografías: estas se obtienen mediante la emisión de radiaciones ionizantes, capturando imágenes de cualquier parte del cuerpo, haciendo más hincapié en huesos y articulaciones.
- Tomografía computarizada: la tomografía, al combinar diferentes imágenes de rayos X, aporta una visión tridimensional del interior del organismo. Con ella se pueden detectar mejor tumores, enfermedades cardiovasculares o lesiones cerebrales.
- Resonancia magnética: esta prueba permite estudiar con detalle los órganos internos. Mediante ondas de radio que resuenan en el cuerpo sometido a un campo magnético (el resonador), se producen señales de radio que permiten a un ordenador generar imágenes del organismo. De esta forma, se pueden observar estructuras como el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado y detectar cualquier tipo de lesión en alguno de ellos (tumores, trombosis, infartos…).
- Eco Doppler y ecografía: la ecografía permite estudiar órganos blandos mediante el ultrasonido. El eco doppler es un tipo de ecógrafo que utiliza el sistema doppler y es utilizado en especial cuándo hay sospecha de enfermedades trombóticas.
- Mamografía: utiliza dosis baja de rayos X para visualizar el interior de las mamas, este es indispensable para la detección temprana de enfermedades mamarias.
Mediante las pruebas de radiodiagnóstico podemos obtener imágenes del interior de nuestro cuerpo y saber con claridad si existe alguna lesión o problema. Contar con un seguro de salud que cubra este tipo de pruebas es fundamental para poder realizar un diagnóstico correcto y asegurar el seguimiento exhaustivo por parte de los mejores profesionales. No dudes en contactar con nosotros si tienes cualquier pregunta.