La responsabilidad civil patronal es una garantía que cubre los daños de un empleado en caso de accidente laboral. Con frecuencia se ofrece junto con la responsabilidad civil de explotación y ambas se complementan para garantizar que la entidad corporativa queda respaldada ante prácticamente cualquier accidente derivado de su actividad.
La diferencia está en que la responsabilidad civil de explotación cubre los daños que la empresa ocasiona a alguien que puede ser ajeno a la empresa e incluye también los daños causados por cualquier trabajador.
Ahora que ya sabes lo que es la responsabilidad civil patronal, es importante que conozcas a quién va dirigida y en qué casos concretos resulta de gran ayuda.
La responsabilidad civil patronal es vital para las empresas, sobre todo cuando cuentan con un número considerable de empleados. A continuación veremos algunos puntos clave de esta cobertura:
La responsabilidad civil patronal es beneficiosa tanto para la empresa como para el trabajador en multitud de circunstancias. Por ejemplo, si el jefe de obra en una constructora comete la negligencia de no mantener el lugar de trabajo tan limpio y ordenado como se requiere y un empleado tropieza con algún escombro y se rompe un brazo, entonces la responsabilidad civil patronal cubre los días de baja y el gasto sanitario que se derive.
Este tipo de responsabilidad también protege a otras personas con personal a su cargo, aunque no tengan dada de alta una empresa. Por ejemplo, si tienes personal doméstico y se quema en los fogones por un problema de mantenimiento de los mismos, los daños ocasionados y la baja también estarían cubiertos por la responsabilidad civil patronal.
Igualmente, se hace cargo de la indemnización de los perjuicios que puedan sufrir los empleados de un autónomo como consecuencia de una acción u omisión por parte de este.