La responsabilidad civil inmobiliaria es aquella responsabilidad que corresponde al propietario de un inmueble, un edificio, un local o un terreno por los daños que estos pueden producir a un tercero. Por lo tanto, en el entorno empresarial actual, es tan importante tener garantizados los inmuebles propios como el daño que estos puedan causar, ya que es impredecible y hay que estar protegido ante cualquier accidente.
Por ello, una vez que se produce el detrimento a una tercera persona, este se debe reparar, aunque en muchas ocasiones se tendrá que litigar no solo con el perjudicado sino con la compañía aseguradora de este. Es por ello que el seguro de responsabilidad civil va muy ligado al seguro de defensa jurídica, pues es necesaria la defensa tanto judicial como extrajudicial frente a la reclamación del tercero perjudicado.
Algunos ejemplos de RC inmobiliaria son:
Es habitual confundir la responsabilidad civil inmobiliaria con la responsabilidad civil locativa, pues son semejantes. Sin embargo, la responsabilidad civil locativa es aquella del arrendatario de un inmueble frente a terceros por el uso de ese inmueble alquilado, mientras que la primera, como ya hemos comentado, corresponde al propietario por los daños que puede producir a una tercera persona sin necesidad de que esté siendo “usado” por esa persona.
Por lo tanto, el seguro de empresa debe tener la garantía de RC inmobiliaria que asegure el daño a un tercero con unos capitales estipulados y que nos dé la tranquilidad de que los daños producidos por nuestros inmuebles están cubiertos.