Tener una dieta equilibrada basada en carbohidratos, proteínas y grasas es fundamental. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que se deben ingerir vitaminas que nos ayuden en funciones muy específicas. Entre otras, la vitamina K, ya que se trata de uno de los muchos nutrientes que necesita el ser humano para estar sano. Pero ¿por qué? En este artículo te contamos qué es la vitamina K, por qué es importante para el organismo y en qué alimentos puedes encontrarla.
Ante todo, la vitamina K se conoce por sus propiedades coagulantes. Existen tres tipos: la vitamina K3, que debido a su carácter sintético no suele incluirse en dietas sanas, y las vitaminas K1 y K2, que son más saludables y aportan distintos beneficios.
La vitamina K1 se encuentra en los vegetales verdes y actúa directamente sobre el hígado, además de que favorece a la circulación sanguínea y, por ende, al buen estado del corazón. La vitamina K2, en cambio, está muy presente en productos fermentados de origen animal, y entre sus funciones destaca favorecer la coagulación de la sangre y promover la integración del calcio en los huesos.
Aunque solemos ingerir una mayor dosis de vitamina K1, es importante saber que es de difícil absorción. En cambio, la vitamina K2 es liposoluble, por lo que al organismo le resulta más sencillo de absorber. Muchas veces, para compensar la toma de anticoagulantes, los médicos recomiendan tomar vitamina K. Sin embargo, es importante tener en cuenta esta vitamina y añadirla a la dieta diaria.
Además, esta vitamina es fundamental en recién nacidos, pues al nacer apenas está presente en el organismo. Así, para compensar la carencia, en los hospitales se administran dosis de vitamina K a los neonatos. De esta manera, se aseguran que ello no influya en el desarrollo de los bebés, evitando problemas de coagulación o enfermedades hemorrágicas.
Además de conocer qué es la vitamina K, en este artículo queremos contarte dónde se puede encontrar, sobre todo la K1 y la K2. Algunos de los alimentos que puedes tomar si tienes carencia de vitamina k son los siguientes.
No todas las frutas son una fuente de rica en esta vitamina, o al menos no en cantidades relevantes. La mayoría aportan < 5 mcg/100 gramos, lo cual es un índice muy bajo. Ahora bien, los kiwis, los arándanos azules, las ciruelas, los higos y las uvas pasas contienen un índice mayor, así como otros beneficios.
Tanto las verduras como las hortalizas son muy ricas en vitamina K. Los vegetales que tienen un color cercano al verde oscuro, sobre todo en las hojas, son las que contienen más dosis. Algunas de las hortalizas y verduras más ricas en vitamina K son la remolacha, los espárragos, el repollo, la lechuga romana, el brócoli, la endibia, las espinacas, el nabo verde y la col (ya sea lombarda, rizada o de Bruselas). También la contienen algunas especias como el perejil y el cebollino.
El aceite de oliva, el aceite de colza y la margarina son los alimentos que más vitamina K contienen. Otros aceites como el de sésamo, soja o girasol también la contienen, pero en menor cantidad.
Esta vitamina también se encuentra en los huevos y diferentes tipos de lácteos, así como en las carnes más grasas, los hígados de ganso o pollo son alimentos ricos en vitamina K2; aunque estos grupos tienen menos mcg/100 gramos que los los alimentos previamente mencionados.
Es por ello que recomendamos una dieta sana, variada y equilibrada, basada en frutas, verduras y carnes no grasas para mejorar la deficiencia de la vitamina k incluyendo alimentos con una densidad adecuada tanto de ésta como en otras vitaminas beneficiosas.