Salud
El colesterol es una grasa que normalmente circula por la sangre y, a pesar de su mala fama, es necesaria para producir ciertas sustancias para el cuerpo. Sin embargo puede existir un aumento importante de esta sustancia en sangre, lo que se conoce como hipercolesterolemia y que puede ser perjudicial para la salud. Hoy vamos a hablarte sobre la hipercolesterolemia, sus síntomas, tratamiento, causas y prevención. ¡Acompáñanos en la lectura!
¿Qué es la hipercolesterolemia?
El colesterol es una sustancia que forma parte de nuestro cuerpo y es necesaria para realizar y regular diferentes funciones como la formación de hormonas sexuales y tiroideas, o la formación de ácidos biliares, necesarios para la digestión de las grasas.
AY aunque el colesterol es necesario, tiene que estar dentro de los valores adecuados; según la Fundación Española del Corazón estos valores en personas sin factores de riesgo deben ser inferior a 200 mg/dl. Cuando el colesterol en sangre está por encima de los valores normales hablamos de hipercolesterolemia y esto puede predisponer el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Causas y diagnóstico de la hipercolesterolemia
Las causas de la hipercolesterolemia pueden ser primarias o secundarias. La causa de hipercolesterolemia primaria se da cuando existen antecedentes familiares, a esta se la conoce como hipercolesterolemia familiar . La hipercolesterolemia secundaria se da por la existencia de enfermedades como la diabetes, obesidad, enfermedad renal o hepática como así también por una alimentación inadecuada con un exceso de alimentos procesados, grasas y azúcares.
La hipercolesterolemia no presenta síntomas por lo que su diagnóstico se realiza mediante una analítica de sangre que determina tanto los valores de colesterol como de triglicéridos. Los antecedentes familiares de hipercolesterolemia son uno de los principales factores para el diagnóstico.
Hipercolesterolemia familiar
La hipercolesterolemia familiar es una enfermedad hereditaria que cursa con niveles extremadamente altos de colesterol en sangre, principalmente del colesterol LDL (normalmente llamado colesterol malo).
Esta se produce por un defecto en el gen que codifica el receptor de las LDL (encargadas de eliminar el colesterol de la sangre), al tener menos receptores el colesterol malo se acumula en la sangre favoreciendo el depósito en las arterias.
Además hay que saber que la hipercolesterolemia familiar puede ser:
- Homocigota : se hereda la hipercolesterolemia de ambos progenitores.
- Heterocigota : es heredada de un solo progenitor.
La hipercolesterolemia familiar es controlable y tratable, lo más importante es el diagnóstico precoz de la misma.
Hipercolesterolemia, tratamiento y síntomas
Como hemos mencionado, la hipercolesterolemia no presenta síntomas físicos sino que la misma puede diagnosticarse con una analítica de sangre. El tratamiento de la hipercolesterolemia es fundamental para reducir los niveles altos de colesterol y así disminuir los problemas asociados al mismo.
Este puede dividirse en dos según el grado o nivel de colesterol sanguíneo que tenga el paciente y dependiendo de la causa de la hipercolesterolemia. Puede ser un tratamiento no farmacológico o dietético y un tratamiento farmacológico.
Tratamiento dietético de la hipercolesterolemia
Para realizar un óptimo tratamiento dietético de la hipercolesterolemia, el plan debe ser individualizado y en su cumplimiento debe involucrarse tanto el paciente como su familia. Hay que identificar qué alimentos con alto contenido en grasa y colesterol son los que habitualmente el paciente ingiere en su dieta y una vez identificados estos, hay que comenzar con el tratamiento.
Dentro de los hábitos dietéticos, la dieta mediterránea tiene grandes beneficios en la reducción del colesterol y los triglicéridos. En consecuencia una alimentación adecuada incluiría la disminución de alimentos con gran contenido en grasas saturadas, aumentar el consumo de alimentos altos en fibra, frutas, verduras y legumbres, además del consumo de grasas saludables como el aceite de oliva, aguacate y frutos secos.
Otro aspecto fundamental en la reducción del colesterol es la práctica de ejercicio, la recomendación habitual es practicar al menos 150 minutos semanales de ejercicio físico de intensidad moderada.
Tratamiento farmacológico de la hipercolesterolemia
Si con el tratamiento dietético no se logra el objetivo de reducir el colesterol, lo recomendable es añadir un tratamiento farmacológico . Las estrategias farmacológicas pueden perseguir diferentes objetivos dependiendo del fármaco utilizado, como reducir la producción de colesterol dentro del hígado, facilitar la captación del colesterol de la sangre o disminuir la absorción de colesterol de los alimentos.
- Estatinas: es el medicamento más utilizado actualmente, lo que hacen las estatinas es bloquear una sustancia que el hígado necesita para producir colesterol, es decir que reduce el colesterol dentro del hígado.
- Ezetimiba : este medicamento reduce la absorción de colesterol de los alimentos, estos pueden utilizarse junto con las estatinas.
- Resinas: estas actúan uniéndose a los ácidos biliares sintetizados en el hígado, impidiendo su reabsorción.
Prevención de la hipercolesterolemia
Llevar unos hábitos de vida saludables es fundamental en la prevención de todas las enfermedades y estos pueden ayudar a reducir la hipercolesterolemia y sobre todo seguir siempre las recomendaciones de tu médico.
Es de gran importancia, tanto para el tratamiento como para la prevención, seguir una alimentación adecuada , controlar el peso corporal ya que el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para el desarrollo de la hipercolesterolemia, y practicar regularmente ejercicio físico .
Así mismo es importante evitar otros factores de riesgo como:
- Tabaco
- Alcohol
- Gran consumo de grasas saturadas
- Consumo de alimentos azucarados
El colesterol alto en sangre predispone al desarrollo de ciertas enfermedades cardiovasculares, es por ello que la prevención y el tratamiento de la hipercolesterolemia es fundamental para gozar de una buena salud del corazón. Sigue una alimentación adecuada y practica actividad física de forma regular para cuidar tu salud y la de los tuyos con buenos hábitos de vida.