Y tú, ¿estás pensando en pasarte a una dieta vegana? Entonces debes saber que no basta simplemente con dejar de tomar carne o pescado, sino que debes planificar bien tu alimentación para que la falta de estos alimentos no afecte a tu cuerpo. Tranquilo, es mucho más fácil de lo que parece: a continuación te explicamos por qué y cómo debes hacerlo.
La dieta vegana es una pauta alimenticia basada en la ingesta de verduras, hortalizas y frutas, cereales, legumbres, frutos secos y semillas que excluye los alimentos que provengan directa o indirectamente de los animales (carne y pescado, huevos, lácteos, miel…).
Dado que la dieta vegana es bastante restrictiva, una duda común es si una alimentación a base de productos vegetales basta para obtener todos los nutrientes necesarios para llevar una vida sana. Pues bien, según múltiples estudios y asociaciones de nutricionistas de todo el mundo, la dieta vegana es segura en todas las etapas de la vida siempre y cuando esté bien planificada.
Y es que la planificación es la clave para llevar una dieta vegana equilibrada. ¿Por qué? Porque, si bien podemos encontrar todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita en los alimentos de origen vegetal, algunos de ellos se encuentran en cantidades reducidas: hablamos de los ácidos grasos omega-3, el hierro, la vitamina B12 yel calcio. En cuanto a las proteínas, pese a que muchos piensen que no se pueden encontrar en exceso en los alimentos de origen vegetal, eso no es así, ya que alimentos como las legumbres son proteína completa.
Las proteínas son una de las principales fuentes de energía de nuestro cuerpo, esenciales para el funcionamiento de varios sistemas vitales además de para construir músculos y tejidos. En una dieta omnívora se obtienen sobre todo de la carne, el pescado y los huevos, y por eso al llevar una dieta vegana es muy importante suplirlos con alimentos veganos con proteínas como:
Así pues, la mejor recomendación para llevar una dieta vegana equilibrada es organizar nuestra dieta vegana semanal con las proteínas como pilar de esta forma:
Además, para empezar, es aconsejable que te asegures de que consumes alimentos con hierro, ácidos grasos omega-3 y calcio todas las semanas.
Un buen ejemplo de dieta vegana semanal sería el siguiente:
Puede ser un vaso de leche vegetal (de avena, de soja, de avellanas…), un zumo natural e ir alternando durante la semana entre unas tostadas con aceite y tomate, un bol de cereales y unas galletas de avena con plátano.
Lo mejor es que tomes una pieza de fruta natural con un yogur vegetal con semillas, unas gachas de avena o unos snacks de tofu.
En definitiva, llevar una dieta vegana sana es posible siempre y cuando esté equilibrada, y para ello tendremos que: