La Cantidad Diaria Recomendada o CDR es la medida o proporción de los nutrientes que necesita el ser humano para sobrevivir y mantener una dieta lo más saludable y compensada posible.
En el año 2003, el que el Comité Científico sobre la Alimentación Humana, perteneciente a la Comisión Europea, realizó las modificaciones pertinentes para determinar las cantidades mínimas y necesarias que hoy en día conocemos.
En la zona de información nutricional de algunas de las etiquetas de productos que consumimos, como la que se muestra a continuación, se pueden observar las recomendaciones de porcentajes de ingesta diarios para un determinado producto.
No todos los alimentos son nutrientes y es por ello que La Ley estableció en el Real Decreto 1487/2009 los alimentos categorizados como tales. Se consideran nutrientes todas las vitaminas y minerales, consideradas esenciales para el organismo del ser humano. En cambio, los complementos alimenticios son fuentes concentradas de nutrientes y sustancias que aportan beneficios fisiológicos, pero que son ingeridas como un aporte nutricional adicional a la dieta en forma cápsulas, polvos, pastillas o similares y comercializadas en farmacias y tiendas especializadas.
A continuación, ejemplificaremos las cantidades diarias recomendadas (CDR) para algunos de los nutrientes que posiblemente consumas con bastante frecuencia. Pero antes de ello, hay que tener en cuenta el contexto cultural, el acceso a alimentos, así como los hábitos y estilo de vida de la población o personas sobre las que se quiera hacer una valoración. Además, el ejercicio físico de forma habitual, ha de ir de la mano de una correcta alimentación.
En el Real Decreto 1669/2009 se encuentra el listado de las cantidades de ingesta recomendadas para los alimentos considerados nutrientes. Pero entrando en datos que entendamos todos, pongamos algunos ejemplos cotidianos:
Todos estos alimentos nos aportan las vitaminas y minerales que necesitamos para cubrir las necesidades fisiológicas de hierro, proteínas, fósforo, vitaminas del grupo B, C, D y E, A, K, hierro, ácido fólico, cromo, cobre, magnesio, zinc y muchos más.
Además, también se ha de valorar que las personas que padecen enfermedades como diabetes, cardiopatías, cáncer y problemas cardiovasculares, deberán consultar previamente con un especialista para valorar su caso de un modo particular. Para acceder a este servicio personalizado, se puede contar con un seguro de salud que además de incluir asesoramiento para las diferentes especialidades médicas, como son la dietética y nutrición, nos ayudará a conocer qué nutrientes necesitamos incluir como hábito en nuestra alimentación.