La ingesta de alimentos ricos en vitaminas es de gran importancia por diversos motivos y es que estas desempeñan funciones tan variadas como ayudar en la formación de los tejidos, el correcto funcionamiento del sistema inmunológico o mantener el sistema nervioso en orden.
Existen muchos tipos de vitaminas y cada una de ellas cumple una función importante a la hora de mantener un buen estado de salud. Sin embargo, muchas veces por el estrés o por no consumir alimentos ricos en vitaminas, podemos sufrir carencia de algunas de ellas. Así lo revela el estudio ENIDE (Evaluación Nutricional de la Dieta Española) sobre el déficit en el consumo de vitaminas. Entre las vitaminas menos consumidas encontramos la D, A, E y la B9, también conocida como ácido fólico.
Existen dos tipos de vitaminas. Por una parte encontramos las llamadas liposolubles, que se acumulan en el tejido graso, entre ellas están las vitaminas A, D, E y K. Y, por otro lado, las hidrosolubles, que se encuentran y se disuelven en el agua.
La alimentación tiene mucho que ver en la falta de este tipo de vitaminas en nuestro organismo, aunque factores como la genética o una dieta desequilibrada también pueden influir en ella. A continuación te presentamos un listado de alimentos ricos en vitaminas para ayudarte a mantener tu sistema inmunológico sano.
El huevo es un alimento especialmente rico en vitamina D y B12. Esta última puede encontrarse también en otros alimentos de origen animal.
En la zanahoria encontramos una importante fuente de retinol y betacarotenos. Ambas vitaminas pueden encontrarse también en alimentos de origen animal, frutas, verduras y tubérculos de color anaranjado como la calabaza.
Este alimento es uno de los más antioxidantes que encontrarás en el mercado. Además, contienen una importante fuente de vitamina E, B9 y ácido fólico. Los minerales son también abundantes en el aguacate, que contiene potasio, magnesio, calcio y fósforo.
Junto con el pescado, la carne de ternera y los cereales, el aceite de oliva es una de las principales fuentes de vitaminas K y D. La vitamina K es una de las vitaminas que menos consumimos y podemos encontrarla en otras verduras como las acelgas, las espinacas y la rúcula. La vitamina D, por su parte, es la encargada de aportar calcio a nuestro organismo.
A pesar de que la naranja es la que se lleva la fama, el pimiento es, junto con la zanahoria, uno de los alimentos más ricos en vitamina C. Se trata de una verdura muy versátil que puede ser incluida en prácticamente todas tus recetas, tanto en versión cruda como cocinada. No olvides que la vitamina C es un gran antioxidante, fundamental para mantener el colágeno.
Al igual que las carnes y pescados, los cereales son una gran fuente de vitamina B1, B2 y B3. Lo que los hace una alternativa ideal para vegetarianos y veganos.
La patata es un ingrediente rico en almidón que proporciona vitamina B6 a tu organismo. Es muy importante para ayudarte en el funcionamiento del sistema inmunitario y es especialmente recomendable para las mujeres embarazadas ya que contribuye a favorecer el desarrollo del bebé.
Los frutos secos contienen un aporte importante de vitaminas D, B3, ácido fólico y vitaminas. Sin embargo, también contienen un elevado aporte calórico, por lo que te recomendamos consumirlos moderadamente. Si tu objetivo es adelgazar, debes saber que se trata de un alimento muy saciante.
Las almendras y avellanas contienen una elevada cantidad de vitamina E. Mientras, las pipas de girasol y las nueces son ricas en vitamina D, por lo que son muy interesantes en invierno, dado que la vitamina D se obtiene principalmente por el sol. Los cacahuetes, por su parte, son buenas fuentes de vitamina B3y ácido fólico, además de aportar proteínas.
Recuerda que establecer una dieta equilibrada, con alimentos ricos en vitaminas, te ayudará a sentirte mejor en tu día a día y a prevenir enfermedades. Si lo deseas, puedes pedir ayuda a un nutricionista profesional, para encontrar la rutina alimentaria que mejor se adapte a tu estilo de vida.