El culto al cuerpo y a la vida sana pasa, también, por cuidar el físico. Son muchas las personas que optan por apuntarse a un gimnasio y mejorar su calidad de vida. Si tienes un gimnasio, sabes cómo ayudar a tus clientes a conseguir sus objetivos, pero, ¿has pensado cómo vas a proteger tu gimnasio? ¿Quién puede ayudarte a ti cuando lo necesites? Puede haber accidentes y situaciones imprevistas que es preferible tener cubiertos. En este artículo hablaremos sobre escoger un buen seguro para gimnasios para que puedas protegerte ante situaciones no deseadas en tu negocio.
¿Te imaginas qué pasaría si alguien se lesiona a causa de una máquina que se rompe? ¿Y si un trabajador acaba de fregar el suelo, por ejemplo, y un cliente se tropieza? La realidad de estas situaciones se refleja en las estadísticas y sus consecuencias pueden venir acompañadas de altas indemnizaciones según las circunstancias.
Sin embargo, si prefieres prevenir situaciones parecidas, puedes evitar hacer frente a posibles indemnizaciones con tu patrimonio, gracias a la cobertura de Responsabilidad Civil. Esta te respalda económicamente por los daños materiales y personales ocasionados a los abonados a tu gimnasio a causa del material o las máquinas de tu gimnasio de forma accidental.
Para asegurar un gimnasio debes elegir un seguro para comercio, que ofrece una amplia variedad de coberturas, ya que intenta adaptarse a todo tipo de negocios y a sus necesidades concretas. Para un gimnasio, existen más garantías útiles aparte de la Responsabilidad Civil.
Entre las denominadas coberturas de daños de los seguros para gimnasios, encontramos algunas que se encargan de proteger tu centro ante posibles incendios, goteras, escapes de agua, rotura de cristales y espejos, e incluso daños eléctricos por corrientes anómalas.
El tipo de aparatos electrónicos que encontramos en los gimnasios suele suponer una gran inversión, pero gracias a estas garantías no tendrás que preocuparte por el coste de su arreglo o reposición si sufres alguno de los siniestros comentados o similares que cubren estas pólizas.
De esta forma, también evitarás que tus abonados dejen de acudir a tu gimnasio y es que, al final, ¿quién acude a un gimnasio donde no funcionan las máquinas?
Con la cobertura de robo también podrás protegerte ante estas situaciones tan desesperantes. ¿Te imaginas que entra un ladrón y te sustrae material de entrenamiento y el ordenador con el que gestionas tu gimnasio?
No te preocupes, con esta cobertura, tendrás acceso a una indemnización con la que reponer tu equipo. En cualquier caso, lo verdaderamente importante es que no tengas que parar tu actividad y que estos supuestos no afecten a tu negocio.
Son muchas las opciones que puedes encontrar en los seguros Multirriesgo para comercio dispuestos a ayudarte cuando más lo necesites. Por ejemplo, con la cobertura de asistencia dispondrás, con la mayor urgencia posible, de técnicos y profesionales en los momentos más críticos: un fontanero si sufres una avería en las tuberías, un cerrajero si no puedes abrir el gimnasio porque han dañado la cerradura, un electricista porque te has quedado sin electricidad en todo el establecimiento…
Como puedes ver, la seguridad de tu centro deportivo es lo más importante. Por eso son muchas las aseguradoras que intentan ofrecer los mejores seguros para gimnasios, adaptando sus garantías a múltiples tipos de empresa y actividad. No dudes en poner en forma tu gimnasio ante cualquier situación suscribiendo las coberturas que más te convengan.