Voz ronca sin dolor de garganta: ¿qué me pasa?

¿Te ha gustado este artículo?
Puntuación: 3.9 basado en 18 valoraciones

Alguna que otra vez, mientras hablamos, se nos puede atragantar una palabra y quedarnos roncos. Pero cuando se trata de una ronquera persistente y no nos duele la garganta, sentimos que algo no funciona bien del todo.

¿A qué se puede deber y qué situaciones causan ronquera? ¿Cómo tratarla y cuidar la voz? Sigue leyendo, porque de esto es de lo que hablamos a continuación.

¿Cuáles son las causas de la voz ronca sin dolor de garganta?

Algunos de los motivos por los que puede aparecer la ronquera son gritar o hablar en voz muy alta durante mucho tiempo. O por lo contrario, hablar susurrando todo el tiempo. También lo son fumar, beber en exceso, sufrir una alergia o un resfriado o incluso un cáncer de garganta.

No son las únicas, pero sí las más habituales. Otras razones por las que puedes tener ronquera sin dolor de garganta son daños en los nervios de la garganta, hipotiroidismo, irritación de las cuerdas vocales o pérdida del movimiento de estas. También debido a que la garganta tenga contacto con alguna sustancia irritante.

Como es lógico, para asegurarse de que las causas de ronquera son las más leves y no las últimas, es importante prestar atención a la duración y frecuencia del problema.

¿A qué puede deberse que haya una ronquera persistente pero la garganta no duela? Depende de cuál sea la causa. Por ejemplo:

  • Si se trata de una inflamación, las cuerdas vocales no se mueven de forma adecuada y el sonido no sale bien.
  • Si es por una enfermedad crónica como Párkinson o Esclerosis, los músculos de la garganta no hacen bien su función.
  • Un reflujo ácido también reseca la garganta, haciendo que tengamos ronquera sin dolor.
  • Las causas de las que hemos hablado antes limitan el movimiento de las cuerdas vocales sin que te duela la garganta tampoco.
  • Un atragantamiento puede causar ronquera temporal después de haber retirado el objeto y sin llegar a doler.

¿Cómo cuidar la voz para evitar la voz ronca?

Antes de ponerte en lo peor, sigue estos consejos para cuidar la voz:

  • Trata de hablar lo menos posible, incluso de no hablar nada durante un tiempo. En especial si tienes un resfriado, pero sirve para cualquier situación en la que necesites remedios para la ronquera.
  • No fumes ni tragues humo. Tampoco estés en zonas donde haga mucho frío o el ambiente esté muy seco.
  • Asegúrate de mantener una buena hidratación bebiendo agua y bebidas templadas. Si tomas café, deja de hacerlo durante un par de días, ya que la cafeína deshidrata el cuerpo.
  • Haz lo posible por dormir y descansar bien. La falta de descanso o incluso una mala postura al dormir puede afectar a los órganos responsables de la voz.
  • Realiza algunos ejercicios de cuello para relajar los músculos, como girar despacio haciendo un círculo completo varias veces.

Encontrar ayuda en un logopeda

Si después de seguir estos consejos no consigues eliminar la ronquera persistente, o por alguna razón tienes que volver a educar la voz, es probable que necesites un logopeda que te muestre cómo tratar la ronquera y recuperarte.

¿Dónde encontrarlo? Si cuentas con el Seguro cosalud bienestar de Occident, dispondrás de un completo cuadro de especialistas en el que por supuesto se incluye la logopedia, que te ayudará a recuperarte de una lesión en las cuerdas vocales y te dará consejo para tratar la ronquera persistente.

La ronquera persistente suele tener solución

Si notas la voz ronca, no tienes que alarmarte pensando en lo peor. Lo normal es que desaparezca en poco tiempo y todo vuelva a la normalidad. Si dura más de 3 semanas, no has tenido ningún resfriado y no te duele la garganta, consulta con tu médico. Y para prevenir la ronquera toma las medidas adecuadas.

¡Ah! Y recuerda que la voz cambia con la edad de modo que a lo mejor no se trata de ningún problema, solo del proceso natural de crecimiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

9 − uno =