Una sonrisa mejora nuestra esperanza de vida y traspasa fronteras

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¿Sabes cuántos músculos faciales necesitas para sonreír?

 

Un gesto tan simple como una sonrisa tiene un significado muy importante para cualquiera de nosotros. Sonreír nos acerca a las personas – e incluso a los animales mamíferos, como suelen ser nuestras mascotas. Y es que activando solamente los 12 músculos faciales que necesitamos para sonreír podemos mejorar nuestra salud mental y física.

La sonrisa y la esperanza de vida

Investigadores de la universidad americana de Wayne hicieron un estudio de la longevidad de diversos jugadores de baloncesto de las ligas de Estados Unidos, y descubrieron que los que sonreían en sus fotos vivieron una media de 8 años más que aquellos que permanecían con el rostro serio en las imágenes. Es decir, las emociones que nos despierta una sonrisa pueden ayudarnos a vivir más años.

La sonrisa traspasa fronteras

La sonrisa es un símbolo universal de satisfacción, disfrute y felicidad, y tiene este significado en todas las culturas. Por lo tanto, sonreír nos acerca a todo el mundo. De hecho, nos cuesta mucho mantenernos impasibles ante cualquier persona que nos obsequie con una sonrisa.

La sonrisa es símbolo de sinceridad

Una verdadera sonrisa es difícil de imitar. Cuando sonreímos estamos siendo sinceros, y demostramos algo muy importante: que nos sentimos bien. Además, con esta sonrisa también hacemos sentir mejor a las personas que nos rodean.

A esta observación es a lo que Darwin en su momento denominó como la teoría del feedback facial; y es que con una sonrisa podemos ayudar a pasar un mal momento a cualquier persona. De hecho, se ha demostrado que la sonrisa es una de las mejores armas para las relaciones sociales que tenemos a nuestro alcance y que el buen humor se contagia.

La sonrisa, una constante en nuestra vida

Una de las cosas que nos acompaña siempre es la sonrisa. Está demostrado que los fetos sonríen en el vientre de la madre y que crecemos dibujando esta curva tan bonita en nuestra cara. Tan solo tenemos que trabajar para no perderla a medida que nos hacemos mayores, y para contagiarla a los demás.

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