Trucos para que tus hijos prueben la comida que no les gusta

¿Te ha gustado este artículo?
Puntuación: 4 basado en 1 valoraciones

trucos para que tus hijos prueben la comida

7 tips para que tus hijos empiecen a probar nuevos alimentos

La hora de comer puede desencadenar en alborotos y muchos nervios que enfrentan a los pequeños de la casa con sus padres cuando se sirve un plato que no es de su agrado. En este post te damos algunos consejos para lograr que tu hijo incorpore a su dieta diaria poco a poco esos  alimentos que tú sabes que son necesarios para un crecimiento saludable pero que él se niega a probar.

7 pasos para probar nuevos alimentos

– Prepara con tu hijo la comida: pídele que te ayude a colocar los tomates cherry en la ensalada, a crear figuras graciosas en las pizzas, o elaborar galletas con forma de muñeco. Ayudar en la preparación de la comida como un juego les abre grandemente el apetito, debido a su carácter lúdico y divertido. También es una excelente forma de acercarle a los distintos sabores de los alimentos según estén crudos o cocidos, como con una zanahoria.

– Es hora de comer con juegos: Más allá de practicar el tradicional juego del avión con la cuchara, siempre puedes presentar la comida de forma original y que se asocie este momento con una sensación de placer. En cualquier caso, recuerda que se trata de distraer la atención de la comida que no quiere comer, no de incitarle a jugar directamente con ella.

– Crea un buen ambiente durante la comida: y si es junto a la familia, mejor que mejor. Construye un espacio relajado, tranquilo, con buena atmósfera para que el pequeño asocie comer con algo agradable. Deshazte de móviles y televisiones, y apóyate si quieres en melodías armoniosas, música calmada y apacible. Esta percepción final positiva se grabará en su memoria para que con el tiempo llegue a disfrutarlo por completo.

– No comer entre horas: Unas chucherías, unos gusanitos o un poco de chocolate antes de cada comida puede calmar el apetito que necesita para lanzarse a probar un plato que no le gusta. Es mejor cumplir los horarios de las comidas de forma rigurosa.

– A la hora de comer no se duerme: Evita que tu hijo llegue cansado y fatigado a la hora de cenar, ya que suele interferir en su apetito. Por eso es importante que hagan siestas, o pequeños descansos durante la tarde.

– Indiferencia ante el rechazo de alimentos nuevos: es un instinto rechazar sabores nuevos por miedo al desagrado. Al principio el niño girará la cabeza ante nuevos alimentos, pero si no forzamos y dejamos que obvie estos productos, a la larga aparece la intriga y curiosidad que hacen que él solito se interese por esta novedad en su plato y empiece a ingerir alimentos que en un principio no quería probar, como las verduras.

– Utiliza la apariencia como engaño positivo: los zoodles son verduras con forma de espaguetis, visualmente muy atractivos y auténticamente exitosos entre los más peques, que piensan estar comiendo pasta cuando en realidad lo que ingieren son largos fideos de calabacín o zanahoria.

Poco a poco, con estos consejos y a medida que tu hijo irá probando nuevos alimentos y comiendo mejor. Sin embargo, es importante que inculques en tu hijo el valor de que una buena alimentación no termina cuando no queda comida en el plato, sino que también es imprescindible el correcto cepillado de los dientes para evitar caries y otros problemas dentales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 × 5 =