Obtener ganancias gracias a nuestra estrategia de inversión siempre es buena noticia. Sin embargo, es importante tener en cuenta cómo tributan los beneficios obtenidos en cada caso para conocer con antelación cuál será la factura fiscal, qué modelos deberemos presentar y cuándo… No es lo mismo vender un piso que un paquete de participaciones empresariales, ni tributa igual el beneficio obtenido por una venta de acciones que el correspondiente a un reparto de dividendos.
Si has adquirido acciones de una empresa debes saber que, en estos casos, existen dos formas con las que podrás ganar dinero. La primera es a través de la venta de tus acciones (siempre que haya aumentado su valor desde el momento de la compra) y la segunda, a través del reparto de dividendos.
Cada una de estas fórmulas tiene sus propias implicaciones de cara a la campaña de la Renta 2022. Por lo que es importante que tengas claro cuál es la tributación de dividendos en el IRPF y cómo influye en tu inversión.
Para que salgas de dudas, en este artículo repasamos el concepto de dividendos, te explicamos cuáles son las formas en las que puedes percibirlos (y cómo tributa cada una de ellas) y cómo puedes optimizar tu inversión.
¿Qué es la tributación de dividendos?
Los dividendos consisten en porciones de los beneficios obtenidos por una empresa durante un ejercicio. Pueden repartirse entre los accionistas, aunque no siempre ocurre así. Existen distintos motivos, tanto legales como voluntarios, por los que los socios pueden decidir no repartir en su totalidad o parcialmente los beneficios obtenidos.
En caso del reparto de dividendos, la cuantía que percibirá cada accionista será proporcional al peso de su participación en la empresa. Se trata, por tanto, de un tipo de renta que puedes percibir a cambio de haber invertido en un negocio determinado.
Además, los dividendos pueden percibirse de distintas formas:
- Reparto de dividendos en metálico.
- Reparto de dividendos en forma de acciones o derechos de suscripción.
La tributación de los dividendos dependerá de la forma en que los percibas. Básicamente, deberás incluir en determinados casos los rendimientos generados en tu declaración de la Renta, si bien la casilla correspondiente variará en función del caso.
¿Cómo funciona la tributación de dividendos?
La regla general nos dice que los dividendos tributan como renta del ahorro y, más concretamente, salvo algunas excepciones que veremos, como rendimiento del capital mobiliario.
Cabe recordar que la base imponible del ahorro en el IRPF incluye las rentas derivadas de inversiones en productos como acciones, fondos de inversión, seguros, depósitos, intereses de cuentas… Esta se divide, a su vez, en:
- Rendimientos del capital mobiliario. En este concepto se incluyen los dividendos de acciones, así como plusvalías por transmisión de valores mobiliarios, intereses de cuentas bancarias… Si el saldo es positivo, se incluye en la base imponible; si es negativo, puede compensarse con hasta en un 25% del saldo positivo de las ganancias y pérdidas patrimoniales hasta un total de 4 años si siguen existiendo pérdidas que compensar.
- Ganancias y pérdidas patrimoniales. Proceden de la transmisión de inmuebles, fondos de inversión… así como de la venta de acciones. También se incluyen las rentas derivadas de la venta de ETFs, opciones, futuros y warrants. Se aplica la misma regla de compensación que en el caso anterior.
La tributación de tu base imponible del ahorro será el resultado de combinar ambas partidas. Recuerda que puedes compensar ambas hasta en un 25% y pagar así menos impuestos. Una vez sumadas y/o compensadas, pagarás entre un 19% y un 26%, en función de las tablas del ahorro que veremos en los siguientes apartados.
¿Cuál es la tasa impositiva aplicable a los dividendos?
Antes de definir cuál es la tasa o tipo impositivo que se aplica a los dividendos, recuerda que el rendimiento fruto del reparto de dividendos no siempre tributa igual en el IRPF: tanto su calificación como el tipo impositivo aplicable son factores que dependerán de la forma de reparto de dividendos.
También debes tener en cuenta que la tributación de los dividendos es distinta a la de los beneficios obtenidos con la venta de acciones, por lo que ambos deberán contabilizarse por separado en tu IRPF.
En principio, salvo algunas excepciones, la ganancia obtenida fruto del reparto de dividendos se considerará rendimiento de capital mobiliario, mientras que la venta de acciones tributará como ganancia o pérdida patrimonial.
A continuación te explicamos la casuística concreta que debes conocer para realizar correctamente tu declaración de IRPF.
Cómo tributan los dividendos en dinero
En el caso del reparto de dividendos en metálico, se aplicará la regla general: simplemente deberás incluir tus rendimientos en la base imponible del ahorro, como rendimiento del capital mobiliario.
Cómo tributan los dividendos en acciones
Otra posibilidad es el reparto de dividendos en forma de acciones. Esto significa que, en lugar de recibir dinero, podrás incrementar tu participación en la empresa gracias a unos derechos de suscripción que permiten tanto adquirir nuevas acciones como vender estos derechos, tanto a la propia empresa como a terceros.
Es lo que se conoce como ampliación de capital liberada o scrip dividend.
En estos casos, la tributación de tus dividendos dependerá de lo que hagas con esos derechos de suscripción o acciones:
- En caso de reparto de dividendos en forma de acciones, solo tributarán en el momento de su venta, en cuyo caso tributarán como ganancia o pérdida patrimonial dentro de la base de ahorro.
- En caso de venta de los derechos de suscripción a terceros o a la propia empresa, tributarán como ganancia o pérdida patrimonial dentro de la base imponible del ahorro.
- En caso de venta de los derechos de suscripción a la propia empresa, tributarán como rendimiento del capital mobiliario dentro de la base imponible del ahorro.
Cuadro de tipos impositivos base imponible del ahorro Renta 2023
Una vez aclarado cómo incluir el reparto de dividendos en la base imponible del ahorro y en tu declaración de la Renta, toma nota de cuáles son los tipos impositivos aplicables a la base imponible del ahorro en el IRPF 2022:
Rendimiento |
Tipo impositivo |
Hasta 6.000€ |
19% |
Entre 6.000€ y 50.000€ |
21% |
Entre 50.000€ y 200.000€ |
23% |
Más de 200.000€ |
26% |
Normalmente los dividendos estarán sujetos a una retención del 19 por ciento: en el momento de realizar la declaración de la Renta se ajustarán cuentas con el Fisco. Recuerda que cada porcentaje se aplica al tramo correspondiente: si obtienes, por ejemplo, 40.000€ en dividendos, los primeros 6.000€ tributarán al 19% y los restantes 34.000€ lo harán al 21%.
¿Cómo afecta la tributación de dividendos a los inversores?
Hasta 2015, el cobro de dividendos era una opción de inversión especialmente atractiva de cara a la declaración de la Renta, dado que los primeros 1.500€ se encontraban exentos. Una vez eliminado este beneficio para el pequeño ahorrador, su tributación dejó de resultar especialmente atractiva con respecto a la de otros productos de inversión.
Como ocurre con cualquier otro producto de inversión, los cambios relacionados con su tributación pueden resultar muy determinantes a la hora de cuantificar el beneficio o pérdida obtenido.
Lo cierto es que, a día de hoy, invertir en acciones para obtener una ganancia del reparto de dividendos anual no resulta más atractivo que hacerlo en otros productos integrados en la base imponible del ahorro.
De cara a la Renta 2022, encontramos beneficios fiscales en áreas como la inversión en empresas emergentes o startups, pudiendo deducir hasta un 30% sobre un máximo de 60.000€. Esta cantidad ascenderá a 100.000€ para el ejercicio 2023 y el importe de la deducción aumentará hasta el 50% desde el pasado 1 de enero de 2023.
También debes tener en cuenta las deducciones aplicables a los planes de pensiones, Planes de Previsión Asegurados (PPA) o Planes de Pensiones de Empleo (PPE).
Consejos para optimizar la tributación de los dividendos en tus inversiones
Dado que los dividendos tributan en todas sus formas dentro de la base imponible del ahorro, siempre serán de aplicación los tipos especificados para esta categoría, que se mueven entre el 19% y el 26%.
La única diferencia reside en que, en función de tu balance en cada categoría (rendimientos del capital mobiliario o ganancias o pérdidas patrimoniales) y dado que es posible compensar una y otra hasta el 25% en cada ejercicio (con un límite de 4 ejercicios), puedes jugar con la forma de cobro de dividendos para equilibrar la balanza de antemano.
En cualquier caso, esto es algo que deberás planificar previamente dentro del propio ejercicio fiscal de que se trate.
Por lo demás, siempre es posible elegir, a la hora de invertir, productos de inversión con incentivos fiscales que te ayuden a maximizar tu beneficio. Como hemos visto, un buen ejemplo son los planes de pensiones.
Conclusión
Invertir en una empresa y obtener gracias a ello rendimientos en forma de dividendos implicará incluir el resultado de cada ejercicio en tu declaración de la Renta, siempre dentro de la categoría de base imponible del ahorro, si bien su calificación concreta dependerá de la forma de recibir dichos dividendos.
Aunque en el pasado se trataba de un tipo de inversión bonificado para los pequeños inversores, gracias a la exención aplicable a los primeros 1.500€ de beneficio, la realidad es que, a día de hoy, no existe ningún incentivo fiscal especial aplicable a este tipo de ganancia.
Por eso, si lo que buscas es invertir en productos con incentivos fiscales, lo más recomendable es elegir alguna de las opciones ‘premiadas’ por Hacienda en la actualidad. Recuerda también que, en un escenario de inflación, planes de pensiones y fondos de inversión son dos herramientas muy recomendables.
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