Un testamento es un instrumento jurídico a través del cual una persona, en pleno uso de sus facultades, deja sus bienes a las personas o instituciones que elija. Debido a su carácter mortis causa, su aplicación solo tiene efecto tras el fallecimiento del testador. Esta es la definición técnica, pero, ¿cuántos tipos de testamentos existen y cómo funciona cada uno de ellos? En las próximas líneas responderemos a estas preguntas.
Los tres grupos de testamentos
Según el código civil español existen 11 tipos de testamentos clasificados en 3 grupos: Testamentos Comunes (Ológrafo, Abierto ante notario y Cerrado ante notario); Testamentos Especiales (Testamento Militar, Marítimo y Redactado en el extranjero); y Testamentos Excepcionales (Testamento del incapacitado, Lengua extranjera, Testamento con testigos, Realizado en peligro de muerte y Expresado en caso de epidemia).
Testamentos comunes:
Testamentos especiales:
Testamentos excepcionales:
Para la redacción y validación de estos documentos jurídicos es indispensable el asesoramiento de un profesional ya que, por sus características tan puntuales, pueden acabar siendo nulos o muy sencillamente impugnables.
En casos en los que el testamento haya sido redactado ante peligro de muerte y el testador haya sobrevivido, es importante revisar la caducidad del mismo, por si hubiere que redactar un nuevo documento.
Pasos para hacer un testamento
Se necesitan 4 pasos para hacer un testamento y que este tenga validez. El primero de ellos es conocer lo que establece la Ley y los tipos de documentos legítimos que se pueden realizar. El segundo consiste en conocer la situación patrimonial en su totalidad. El tercero está orientado al contenido del testamento el cual no tiene por qué ser exclusivamente económico o hereditario ya que se pueden especificar, por ejemplo, voluntades sobre actos fúnebres, entre otros. El cuarto y último paso consiste en la búsqueda de asesoría legal o notarial para seleccionar el tipo de documento, revisar los bienes patrimoniales y redactar de forma apegada a la Ley todas las voluntades que requiere el testador.
En cualquier caso siempre será posible modificar o cambiar el testamento. Es importante recordar que hacer un testamento es un acto en vida pensado en los nuestros ya que implica hacerles un poco más fácil los trámites tediosos y administrativos en un momento tan doloroso.