El ahorro familiar es sin duda uno de los objetivos de cualquier familia española. Si tienes planes de futuro como la compra de una casa, disfrutar de esas vacaciones soñadas o afrontar los estudios de tus hijos, es posible que estés pensando en ahorrar lo suficiente desde ahora. En este post nos centraremos en los tipos de ahorro familiar que existen para ayudarte a conseguir tus objetivos: un proceso donde el seguro de ahorro de Occident puede llegar a jugar un papel fundamental. Además, este valioso instrumento te permite acumular un colchón para afrontar posibles imprevistos. Empezaremos explicando qué es el ahorro familiar.
¿En qué consiste el ahorro familiar?
El ahorro familiar es la parte de ingresos que nos queda tras restarle los gastos destinados al consumo del hogar. En otras palabras, se trata de la diferencia entre el ingreso disponible de una familia y lo que consume.
Es un concepto sencillo que, sin embargo, no es fácil de poner en práctica. Así que debemos fijarnos muy bien en qué gastos podemos prescindir para ahorrar y afrontar las futuras necesidades.
¿Cómo podemos saber dónde poner el foco? La elaboración de un presupuesto familiar y la aplicación de métodos de ahorro son claves. Y, gracias a estas prácticas, podemos dotar nuestra economía de una mayor seguridad, así como afrontar cualquier emergencia.
Tipos de ahorro familiar
Cuando hablamos de ahorro familiar, nos podemos encontrar ante diferentes tipos que hacen referencia a las circunstancias y las preferencias de cada hogar. Al mismo tiempo, los tipos de ahorro familiar nos otorgan una visión global sobre los diferentes escenarios en los que nos podemos encontrar a lo largo de la vida.
Ahorro voluntario
El ahorro voluntario es aquel que se produce por la propia voluntad de una familia. Podemos encontrar numerosos ejemplos de ahorro familiar de este tipo, como el dinero invertido en un plan de pensiones o en un seguro de ahorro. Cuando logramos acumular capital de manera voluntaria, tenemos mayores posibilidades de elegir la mejor vía de ahorro y además sacarle rendimiento a nuestro dinero. No solo ahorraremos el excedente del hogar, sino que, al cabo de un periodo de tiempo establecido, podremos obtener una buena cantidad extra.
Ahorro negativo
El ahorro negativo es aquel que corresponde a la cantidad que gastamos de nuestro dinero ahorrado cuando hemos dejado de tener ingresos. Hablamos de un tipo de ahorro que puede surgir ante imprevistos como quedarnos sin trabajo. Afortunadamente, si tenemos un buen colchón destinado para cubrir emergencias similares, podremos disponer de un tiempo muy valioso para recuperar o incluso mejorar nuestros ingresos mientras mantenemos un nivel de vida similar al que disfrutábamos.
Ahorro forzoso
El ahorro forzoso es aquel que realizamos de manera obligatoria a través de la seguridad social. Este tipo de ahorro nos sirve para asegurar una pensión de jubilación o de invalidez, por ejemplo. Cabe destacar que el ahorro forzoso suele ser insuficiente para cubrir las necesidades que nos pueden surgir en momentos tan especiales. Por tanto, es fundamental completarlo con el ahorro voluntario si queremos disfrutar del nivel de vida deseado cuando dejamos de tener ingresos.
El ahorro familiar de la teoría a la práctica
Conocer realmente qué es el ahorro familiar y los diferentes tipos que existen nos puede ayudar a ser conscientes de las distintas circunstancias que nos podemos encontrar en nuestra vida. Es importante que estemos preparados económicamente para una posible disminución de ingresos, como es el caso de gran cantidad de trabajadores y autónomos debido a la crisis del coronavirus. Por otro lado, debemos contar con el ahorro suficiente como para afrontar gastos extraordinarios que no esperábamos como pueden ser los derivados de la rotura de un frigorífico o de un golpe en la chapa de nuestro coche.
Conocer realmente qué es el ahorro familiar y los diferentes tipos que existen nos puede ayudar a ser conscientes de las distintas circunstancias que nos podemos encontrar en nuestra vida. Es importante que estemos preparados económicamente para una posible disminución de ingresos, como es el caso de gran cantidad de trabajadores y autónomos debido a la crisis del coronavirus. Por otro lado, debemos contar con el ahorro suficiente como para afrontar gastos extraordinarios que no esperábamos como pueden ser los derivados de la rotura de un frigorífico o de un golpe en la chapa de nuestro coche.