Superar la falta de un ser querido: la terapia de la silla vacía

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la silla vacía

Tras el fallecimiento de un familiar u otro ser querido se atraviesan periodos de duelo que afectan a nuestra vida diaria, a nuestros sentimientos y a las personas que nos rodean. Es necesario pasar por ello para llegar a aceptarlo y aprender a convivir con una nueva realidad. Desgraciadamente, en ocasiones, ciertas personas se sienten incapaces de superar este periodo y precisan de ayuda y herramientas que les faciliten el proceso. La terapia de la silla vacía es una técnica de asistencia a personas en esta situación que contribuye a la superación de etapas de duelo por la pérdida de un ser querido.

Puesto que la eficacia y los beneficios de esta terapia han sido demostrados, en este blog te explicamos qué es y cómo funciona la terapia de la silla vacía.

¿Qué es la terapia de la silla vacía?

Se trata de una técnica empleada dentro de la psicoterapia y, más concretamente, dentro del psicoanálisis y la terapia Gestalt. Está especialmente orientada hacia personas que sufren algún tipo de bloqueo emocional que les impide superar una situación dramática, ya sea por una situación de estrés postraumático o por un estado depresivo asociado a una situación concreta.

Por lo general, las situaciones desagradables para una persona son bloqueadas por su subconsciente, impidiéndole enfrentarse a ellas y superarlas. La idea de la silla vacía es llegar a establecer un diálogo con esa situación bloqueada que nos afecta, y así poder reconocerla y superarla.

¿En qué consiste esta terapia?

Esta terapia consiste en crear una situación ficticia en la que la persona o personas afectadas se sientan en torno a una silla vacía, en representación del ser querido fallecido. Se trata de establecer un diálogo con la persona ausente, pensando en qué le diríamos y qué sentimientos tenemos, a fin de conectarnos emocionalmente con nuestra propia experiencia para poder reconocerla e integrarla en nuestra vida.

Cabe mencionar que, ciertas fechas señaladas como la Navidad, nos hacen recordar a personas ausentes y, desgraciadamente, pueden aflorar de nuevo los sentimientos del duelo enfrentado tras el fallecimiento de esas personas. La silla vacía puede ser en estos casos una herramienta útil y beneficiosa para el bienestar de la familia. Sin embargo, para que esta terapia sea del todo eficaz, debe estar supervisada por un profesional que conozca cada caso particular y que guíe la sesión para que sea más productiva.

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