- La otitis es una inflamación cuyo origen más frecuente es una infección debido a que en el oído se acumula líquido.
- ¿A qué se debe que la otitis en niños sea mucho más frecuente que en adultos? Tiene que ver con el hecho de que el oído infantil aún no está maduro.
- Es muy importante prestar atención a las indicaciones del médico sobre el tratamiento para la otitis
El verano está a la vuelta de la esquina. Como cada año, nos trae chapuzones en piscinas, baños en playas y, como consecuencia de todos ellos, numerosos casos de otitis en niños.
Al tratarse de una de las enfermedades más habituales durante la época estival, es normal que suscite preguntas entre los padres, entre ellas la de cómo aprender identificar los tipos que existen o la de saber cómo tratar la otitis.
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¿Cuáles son los tipos de otitis en niños?
La otitis es una inflamación cuyo origen más frecuente es una infección debido a que en el oído se acumula líquido. Aunque es algo que le puede pasar a personas de todas las edades, la otitis en niños es más común que entre los adultos, sobre todo por debajo de los 3 años de edad.
De hecho, el motivo por el que es más habitual que los padres lleven a sus hijos al pediatra es por una otitis media, nombre que recibe la enfermedad porque es en el oído medio donde se produce.
Existen 3 tipos de otitis en niños:
Otitis media aguda
El oído medio se inflama debido a una infección fuerte, y provoca la presencia de líquido detrás del tímpano. Este tipo de otitis es bastante dolorosa lo que, añadido a que suele tratarse de niños muy pequeños, hace que la situación sea aún más incómoda.
La otitis media aguda puede tener episodios de fiebre, aunque hay casos en los que no se produce. Según los informes, 7 de cada 10 niños hasta 7 años han padecido o padecerán durante su infancia algún episodio de esta enfermedad.
Este tipo de otitis en niños además se puede clasificar en subtipos:
- Otitis media aguda persistente, que encadena una otitis tras otra y se considera un episodio continuado.
- Otitis media aguda recurrente, en caso de que entre una otitis y otra haya pasado más de una semana, por lo que se toma como episodios distintos.
- Si en el plazo de 12 meses la otitis aparece 5 veces o más, se considera una propensión a tener otitis media aguda, al igual que si ocurre 3 o más veces en 6 meses.
Otitis media con efusión
También denominada otitis serosa, en este caso aparece tras una infección porque en el oído se ha quedado líquido atrapado. En algunos casos no hay síntomas y el niño no se da cuenta de que tiene la infección, aunque una exploración puede ayudar al médico a ver que, efectivamente, hay una otitis. En otros casos puede doler, afectar a la audición o el equilibrio.
Es conveniente prestar atención para evitar un impacto mayor.
La otitis media serosa suele durar un período corto de tiempo, pero es conveniente prestar atención para evitar un impacto mayor.
Otitis media crónica con efusión
Cuando el líquido se queda en el oído durante mucho tiempo o aparece de forma repetitiva aunque no exista infección, se trata de otitis media crónica con efusión. El principal problema de este tipo de otitis en niños es que puede afectar a la audición y dificulta que el organismo combata otro tipo de infecciones que pueden producirse.
¿Cuáles son los síntomas de la otitis y cómo saber si tu hijo la padece?
El dolor de oído en niños es uno de los síntomas de otitis en su fase más aguda, aunque no es el único.
Para saber si tu hijo tiene otitis, presta atención a:
- Fiebre, sobre todo en edades muy tempranas.
- El oído supura algún tipo de líquido con viscosidad que puede ir entre parecido al agua a muy denso. Suele tener un tono amarillento, señal de que se trata de una infección.
- El niño se tira de las orejas (porque alivia la presión del oído), o se lleva las manos todo el rato a ellas debido al dolor, que suele ir acompañado de llantos.
- Al caminar, pierde el equilibrio o le cuesta moverse de forma normal y lo hace con torpeza.
- Por la noche es muy difícil hacer que se duerma y se despierta llorando con frecuencia.
- Al hablarle se nota que no escucha de forma correcta, sobre todo si los sonidos son bajos.
Estos son los síntomas de otitis más habituales. Otros menos frecuentes son diarrea y vómitos en lactantes, parálisis de los músculos faciales o perforación del oído, sobre todo si no se ha aplicado un tratamiento específico para la otitis.
¿A qué se debe que la otitis en niños sea mucho más frecuente que en adultos? Tiene que ver con el hecho de que el oído infantil aún no está maduro, y los tejidos internos aún no están preparados para cumplir su función en caso de tener que enfrentarse a un problema como es una infección. También se debe a que las trompas de Eustaquio son más cortas y rectas cuando somos pequeños, de modo que el drenaje de líquidos es más difícil incluso en condiciones normales. Por eso es frecuente que los niños tengan otitis cuando han pasado tiempo en el agua.
¿Cómo tratar la otitis?
Lo normal es que el pediatra recete algún antibiótico como tratamiento, que se administrará al menos durante una semana. También es posible que prescriba algún analgésico para reducir el dolor o gotas para aliviar el oído y combatir la fiebre.
Como sucede con el uso de antibióticos, es muy importante prestar atención a las indicaciones del médico en cuanto a dosis, frecuencia y duración del tratamiento. Como lo normal es que se note mejoría pasados un par de días del inicio de este, es frecuente sentir que ya no hace falta seguir con los medicamentos, pero hay que hacerlo porque se han aliviado los síntomas, pero la infección aún no se ha combatido por completo. Si no se siguen tomando los antibióticos puede volver a aparecer la otitis, e incluso agravarse. Además, es importante volver a la consulta cuando acabe el plazo para verificar que la infección está curada.
En el caso de que no se pueda confirmar una otitis en niños, por ejemplo cuando no hay fiebre o no duele mucho el oído, lo normal es que el médico recomiende dejar pasar un par de días para ver si las molestias desaparecen. Si estas continúan puede que se aplique un tratamiento que evite usar de forma innecesaria los antibióticos para reducir los riesgos de que se desarrollen bacterias resistentes.
Si después del tratamiento la infección no desaparece, o los episodios son frecuentes, el especialista mantendrá al niño en observación regular durante varios meses. Si los fármacos no están haciendo efecto es probable que se decida aplicar una cirugía en la que se coloca un tubo en el oído para mejorar el drenaje y evitar que el líquido se acumule.
En todo caso la otitis en niños no suele ser tan grave y con un tratamiento adecuado se puede corregir sin problema.