Aunque la llegada de la primavera es sin duda una buena noticia para muchos, el cambio de estación también conlleva un aumento en los síntomas de alergia al polen. Sin embargo, los cambios drásticos de temperatura y la presencia de lluvias también puede hacer que confundamos la alergia con un simple resfriado.
Ante esta situación, es importante conocer bien los síntomas de esta alergia para detectar si padecemos o no esta enfermedad. En este post te indicamos cómo saber si tienes alergia al polen y cuáles son las formas de tratamiento más habituales.
Alergias en primavera: ¿cómo afecta el polen?
Para saber si tenemos alergia al polen, es importante primero conocer en qué consiste esta enfermedad y el elemento que la provoca. Como todas las alergias, la alergia al polen es una reacción de nuestro sistema inmune frente a una sustancia que no tiene efectos en la mayor parte de la población. Así, de forma similar a otros problemas como la urticaria, el problema no lo genera la sustancia en sí, sino nuestro organismo.
En este caso, el elemento que desencadena la reacción alérgica es el polen, la partícula mediante la cual se reproducen las flores. En España, la mayoría de casos de alergia en primavera se deben al polen gramínico. Su presencia aumenta en lugares con un clima seco: cuando llueve, el ambiente se limpia e impide que las partículas de polen se desplacen por el aire y lleguen a nosotros. Sin embargo, la lluvia también contribuye a la floración, por lo que la alergia al polen también puede producirse en regiones húmedas.
Principales síntomas de la alergia al polen
Los síntomas de la alergia al polen son muy diversos, y en ocasiones se confunden con otras dolencias como los resfriados o, más recientemente, la infección por COVID-19. Para saber si somos alérgicos al polen, debemos prestar atención a las siguientes manifestaciones de la alergia:
- Moqueo constante con mocos líquidos y transparentes
- Picor de nariz
- Congestión nasal
- Estornudos
- Lagrimeo
- Picor de los ojos y enrojecimiento, similar a la conjuntivitis
- Ausencia de fiebre
- Problemas respiratorios y tos seca
Cabe señalar que la alergia al polen se distingue del resfriado y el COVID-19 por la ausencia de fiebre. Además, es frecuente que los síntomas aparezcan de forma repentina y se prolonguen durante semanas. En caso de sentir estos síntomas de alergia al polen, es recomendable acudir al alergólogo, especialista en el campo, con el fin de realizarte las pruebas pertinentes para confirmar si padeces este tipo de alergia primaveral.
Alergia al polen: tratamiento
Para aliviar los síntomas de alergia al polen se utilizan principalmente dos tratamientos:
- Vacuna de la alergia: este tratamiento por inmunoterapia consiste en la administración de varias dosis de la vacuna a lo largo de entre 3 y 5 años. En algunos casos, puede llegar a hacer que la alergia desaparezca de forma permanente. Sin embargo, si queremos someternos a este procedimiento es importante que acudamos al especialista en alergología de nuestro seguro, que establecerá la pauta de vacunación más adecuada.
- Antihistamínicos: Es uno de los tratamientos más habituales para reducir los síntomas. Estos medicamentos bloquean la generación de histamina, la sustancia que provoca la secreción nasal y los estornudos.
Además de los métodos anteriores, existe una gran variedad de productos farmacéuticos que pueden aliviar los problemas de congestión nasal. El spray nasal y los productos con oximetazolina son algunos de los remedios más habituales.
Confía en el diagnóstico de un alergólogo
Aunque la alergia al polen es muy común y los tratamientos son conocidos, es importante no autodiagnosticarse ni sacar conclusiones apresuradas. Sobre todo, no te automediques: si notas la presencia de algunos síntomas, es posible que sólo tengas un resfriado pasajero.
En cualquier caso, lo más prudente ante cualquier síntoma es consultar con un especialista en alergología. Recuerda que, si acudes al servicio de salud de Occident, un médico especializado te hará las pruebas necesarias y te indicará el tratamiento más adecuado.