Existe un fenómeno neurológico asociado a pacientes con algún tipo de demencia que se manifiesta en las últimas horas de la tarde y en el momento de la puesta de sol. Este fenómeno, conocido como síndrome del ocaso o síndrome de sundowning (de la palabra ‘sundown’ en inglés que significa puesta de sol), debe su nombre al momento del día en el que se produce. Este síndrome suele presentarse en personas con Alzheimer o demencia senil que muestran una agitación vespertina característica; con síntomas de ansiedad, nerviosismo y agitación.
Aquí os contamos en qué consiste este síndrome y cuáles son las estrategias que familiares y cuidadores deben seguir para abordarlo.
Síntomas y causas del síndrome de sundowning
Los síntomas asociados a este síndrome se deben a alteraciones conductuales exageradas, tales como el nerviosismo, la ansiedad y la agitación. Dentro de este marco general, los pacientes pueden mostrar diversos síntomas que pueden ser de tres tipos:
- Alteraciones motoras: coger objetos, frotar las manos entre sí o contra partes del cuerpo, deambulación, intentos de agresión, signos de violencia, etc.
- Emocionales: frustración, ira, tristeza, desorientación, sensación de tener que cumplir una tarea pasada, temores, etc.
- De conducta: gritos, lloros, repetición de palabras, incremento de la actividad nocturna, insomnio, somnolencia diurna, etc.
Las causas de este síndrome se deben fundamentalmente a trastornos en los ciclos de sueño-vigilia que conducen a una alteración del reloj biológico y de los ritmos circadianos. Este desajuste circadiano conduce al conjunto de desórdenes ya mencionados, haciéndose estos síntomas evidentes a últimas horas de la tarde y durante el anochecer. Los pacientes con enfermedad de Alzheimer, presentan alteraciones en una región del hipotálamo llamada Núcleo Supraquiasmático, que es la encargada de regular los ritmos circadianos. Por ello, el síndrome de sundowning es particularmente frecuente en personas con esta enfermedad.
Consejos para el cuidado de pacientes
Existen una serie factores que pueden mejorar el bienestar de pacientes afectados por este síndrome y contribuir a una reducción de los síntomas:
- Ambiente relajado: evitar ruidos innecesarios, poner música suave y mantener las estancias ordenadas.
- Exponer al paciente a la luz del sol, especialmente a primeras horas de la mañana.
- Mantener una buena iluminación en todas las estancias donde suele estar el paciente, especialmente durante la noche.
- Evitar el sueño durante el día.
- Realizar actividades físicas que aumentan el apetito y reducen la tensión nerviosa.
- Respetar un horario: tanto de comidas como de sueño y otras actividades.
- Llevar una dieta equilibrada y acorde a las necesidades del paciente, evitando la ingesta de sustancias estimulantes como el té o el café.
- Tratamiento farmacológico: especialmente en los casos más agudos.
Relacionarse con personas que sufren el síndrome no es fácil. Pero debemos recordar que ellos están sufriendo una enfermedad de la cual son poco conscientes, mientras entendamos esto e intentemos seguir los consejos anteriores podremos llevar una mejor convivencia con ellos.