Es posible que hayas oído hablar alguna vez acerca del síndrome del shock tóxico, también llamado síndrome de choque tóxico. Se trata de un problema de salud poco habitual, pero que puede ser mortal y que se asocia con el uso de tampones, copas menstruales y ciertos
anticonceptivos.
Como uno de nuestros objetivos es ayudarte en el cuidado de la salud, en este artículo vamos a hablar de qué es, cuáles son los síntomas y qué relación hay entre el síndrome de shock tóxico y los tampones y copa menstrual.
¿Qué es el síndrome del shock tóxico?
El síndrome del shock tóxico es una enfermedad producida por un estafilococo, en concreto la bacteria Staphylococcus aureus. Esta bacteria produce una toxina que ataca al sistema inmunitario de la persona que, si no tiene suficiente fuerza para combatirla, puede ver su salud afectada de manera muy grave.
El Staphylococcus aureus está en el organismo de forma natural, y como norma general no supone un problema porque un cuerpo sano cuenta con defensas suficientes para contrarrestarlo. El problema viene cuando el organismo está inmunodeprimido de algún modo.
De hecho, aunque el síndrome de choque tóxico se asocia al uso de tampones y otros productos femeninos, también lo pueden sufrir varones de todas las edades.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del síndrome del shock tóxico dependen en buena medida de la capacidad del organismo para combatir a la bacteria. En los casos leves se confunde con un resfriado común, aunque es importante visitar al médico si se notan síntomas más agudos como:
- Fiebre alta, por encima de los 39º.
- Rojez en ojos, boca o garganta unidos a dolor.
- Vómitos.
- Sensación de mareo o confusión.
- Diarrea.
- Dolor muscular.
- Tensión baja.
- Irritación de la piel que puede llegar a producir descamación pasadas una o dos semanas. Sobre todo en las manos y en los pies.
- Fallo hepático.
Si pasadas 48 horas no se trata la infección, el problema puede complicarse hasta producir un fallo multiorgánico.
En cualquier caso, estos síntomas tan extremos son escasos, ya que apenas se produce un caso grave de síndrome del shock tóxico por cada 100.000. Como siempre, nuestra principal arma es la prevención, por lo que es recomendable realizar una visita anual al ginecólogo a partir de los 25 años.
Síndrome del shock tóxico y los tampones
El uso de tampones tiene cierta relación con el síndrome del shock tóxico, aunque no tiene que ver ni con el material que se usa para fabricarlos ni hay evidencias de que porten la bacteria responsable del problema.
Al parecer, el problema radica en utilizar un grado de absorción demasiado alto respecto al flujo menstrual que tienes. También tiene que ver con utilizar el mismo tampón durante demasiado tiempo. Nunca uses un tampón durante más de 8 horas, lo ideal es que lo cambies cada 4 o 6 horas. Además, debes elegir tampones con un grado de absorción adecuado.
Si estás usando tampones y notas alguno de los síntomas que hemos indicado arriba, quítatelo y contacta con tu médico de inmediato.
Síndrome del shock tóxico y la copa menstrual
Hay quien dice que no se puede padecer síndrome del shock tóxico con copa menstrual, pero esto no es cierto. Cualquier producto que se coloque en la vagina puede contribuir a esta infección si no se utiliza de manera adecuada.
No obstante, los casos de choque tóxico relacionados con la copa menstrual tienen más que ver con el hecho de que la bacteria esté en las manos al ponértela, que con la copa en sí.
Por tanto, es fundamental prestar atención a las pautas del fabricante y usar la copa de manera adecuada. Si notas algún síntoma, retírala y ve al médico para recibir atención cuanto antes.
¿Qué método es el mejor frente al síndrome de choque tóxico?
Si quieres prevenir el síndrome del shock tóxico y te preguntas cuál de las opciones entre tampones o copa menstrual es mejor, lo cierto es que ninguna tiene por qué suponer un riesgo mientras hagas uso adecuado de ellas. Sigue las pautas que te hemos dado en cuanto a absorción y tiempo de uso de los tampones (recuerda que un máximo 8 horas). Si usas copa menstrual, dependerá del flujo, pero lo normal es retirarla al menos 2 veces al día y lavarla bien antes de volver a ponértela.
Suele afirmarse que la copa menstrual es más recomendable que los tampones, aunque las compresas, al no ir introducidas en la vagina son una opción aún mejor. Si no quieres contaminar, puedes usar compresas de tela que se lavan y duran varios años.
Por supuesto, la decisión es tuya. Pero lo importante es que prestes atención para evitar ser víctima del síndrome del shock tóxico.