- El síndrome postvacacional no sólo afecta a los trabajadores. Las empresas también lo sufren con la pérdida de productividad que conlleva.
- Intentar combatir la mal llamada depresión postvacacional con complementos alimenticios no sirve de nada.
- Alargar la jornada intensiva de verano y establecer un periodo de adaptación son las soluciones más efectivas.
Volver al trabajo después de un mes de vacaciones puede conllevar cierto malestar: apatía, problemas para conciliar el sueño, tristeza, falta de concentración y nerviosismo son algunos de los síntomas que ponen de manifiesto que el cambio de hábitos se ha hecho de una forma brusca. A pesar de que todavía la comunidad médica no ha llegado a un consenso sobre la definición exacta o la existencia real del síndrome postvacacional, Addeco, compañía líder de Recursos Humanos, establece que el 30% de trabajadores se ven afectados por un síndrome que, en su vertiente más grave, puede acarrear ansiedad y migrañas que se prolongan más allá de los 15 días.
Trabajadores de todos los sectores se ven afectados por este síndrome que incide en la productividad y repercute en la economía de la empresa al ver cómo su ratio de productividad desciende. Aún así muy pocas compañías adoptan las medidas necesarias para atajarlo. Los expertos abogan por prolongar la jornada intensiva de verano hasta finales de septiembre como la opción más efectiva. No se trata de trabajar menos ni de reducir los horarios: es cuestión de concentrarlos. Según refleja ARHOE, Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles, España es el segundo país de la Unión Europea que más horas trabaja – sólo Grecia está por encima – pero es el décimo en productividad.
Dado que no son muchas las empresas que son sensibles a este tipo de cuestiones, lo mejor es que seamos nosotros mismos los que pongamos soluciones para convertir nuestra reincorporación al trabajo en algo menos traumático.
Consejos para evitar el síndrome postvacacional
- Anticipa tu vuelta de vacaciones
Hasta los deportistas profesionales, que no dejan de practicar deporte en verano, tienen su pretemporada. Volver el domingo por la noche, teniendo que reincorporarte el lunes al trabajo es muy probable que derive en un síndrome postvacacional de libro. Lo mejor es volver unos días antes.
- Comienza a seguir los horarios normales
Una vez estés en casa, intenta respetar los horarios que sigues a lo largo del año. No se trata de que te levantes a las 6 de la mañana pero tampoco de que estés remoloneando hasta las 12 y te eches unas siestas de Padre Nuestro, pijama y orinal.
- Divide las vacaciones
El síndrome postvacacional se da con más frecuencia cuanto más largas son las vacaciones. Haciéndolas más cortas la vuelta será mucho menos dura.
- Respeta el horario de entrada
De esta forma te resultará mucho más fácil salir a la hora que te corresponde y no acabar a las mil. Disfrutar de algo de tiempo libre durante estos primeros días es vital así que nada de entrar media hora tarde y salir 40 minutos después de la hora.
- Intenta dormir algo más de lo habitual
Es importantísimo estar descansado para afrontar ‘la vuelta al cole’ con el máximo de energía posible. Tu cuerpo, que estará acostumbrado a dormir mucho durante vacaciones, se resentirá si de repente pasas a dormir 7 horas.
- Cuida tu alimentación y realiza ejercicio
Este consejo deberías aplicarlo durante todo el año pero, ante un cambio de hábito de esta envergadura, es todavía más importante.
- Olvídate de los complementos alimenticios
No tienes ninguna enfermedad. Todo se debe a un cambio de hábitos muy brusco que no se solucionará con complementos. A no ser que seas uno de esos afortunados a los que el efecto placebo les funciona, no tomes nada.
Por regla general, el síndrome postvacacional no debería causarte problemas una vez hayan pasado 15 días desde que volviste al trabajo. En caso de que sus efectos se prolonguen muchos más en el tiempo, deberías consultar con un especialista porque es probable que sea algo más serio.