Cómo ser el mejor anfitrión en la cena de Navidad
Si este año te toca organizar alguna de las comidas o fiestas de Navidad que celebráis amigos y familiares, te enfrentas a un reto realmente complicado: ser el mejor anfitrión para tus invitados. ¿Cómo puedes conseguir que las personas que se sientan a tu mesa se encuentren a gusto y, además, tengan todas sus necesidades cubiertas? Te damos algunos consejos que te resultarán muy útiles para lograrlo.
Presenta a todos los invitados
Si todos los invitados que van a venir a tu evento navideño no se conocen entre sí, debes ser un buen anfitrión desde el mismo momento que lleguen a tu casa. Procurar que se presenten antes de empezar la comida y dar pie a conversaciones para que puedan integrarles en el grupo es fundamental.
La planificación del evento
Para que tu fiesta de Navidad resulte un verdadero éxito es muy importante que planifiques con detalle cada uno de los elementos del evento. Distribuir los asientos, preparar un lugar para que puedan dejar sus cosas y tener preparados aperitivos para tomar durante las presentaciones es fundamental para que todo vaya sobre ruedas desde el primer momento.
La actitud del anfitrión
Hacer que tus invitados se sientan a gusto y cómodos en tu casa pasa por respetar cada una de sus acciones. Así, si alguno de los asistentes trae vino, deberás abrirlo siempre como forma de respeto a quien te lo ha regalado. En el caso de que te regalen flores, siempre debes colocarlas en algún lugar visible, sin importarte si quedan bien con la decoración.
La preparación de la mesa
Como buen anfitrión estas Navidades, también debes prestar especial atención a la organización de tu mesa. Una decoración en verde, rojo y dorado es casi inexcusable en estas fiestas. Además, debes tener cuidado de no colocar decoraciones florales excesivas, que molesten la visibilidad de los invitados o sean tan olorosas que interfieran en la percepción de la comida.
Finalmente, es muy importante que ayudes a tus invitados a sentirse como si estuvieran en su propia casa. No presionarles para que coman más de la cuenta, o para que hagan determinadas actividades, es esencial para que puedas presumir de ser un buen anfitrión estas Navidades.