La jubilación es una nueva etapa. Es tiempo para descansar y ganar en calidad de vida, un premio merecido, sin duda, tras largos años de trabajo. La vida laboral termina, pero puedes seguir aumentando tus ingresos sacándole rentabilidad a tu dinero y así hacer por fin ese viaje que tanto anhelabas o disfrutar plenamente de la familia, tus amigos, la buena mesa, asistencia sanitaria de calidad y también de un poco de ocio.
Los seguros de ahorro son una opción excelente para conseguirlo, ya que puedes elegir el que mejor se adapta a ti y obtener un plus importante que te permita simplemente dedicarte a vivir una vez te has jubilado.
La mejor forma de ahorrar para la jubilación
Si tienes cierto patrimonio económico y quieres rentabilizarlo para conseguir más ingresos, es importante conocer las alternativas financieras que te proporcionan un mayor interés y contribuyen al crecimiento de tu capital.
Los seguros de ahorro son una opción excelente. Gracias a ellos, puedes ahorrar para la jubilación y además continuar sacando rendimiento después.
En la actualidad, también existen otras opciones, aunque menos recomendables. Por ejemplo, las entidades financieras ofrecen intereses realmente bajos en los depósitos bancarios. Su único punto positivo es que garantizan el riesgo hasta los 100.000 euros, pero es evidente que no mejorarán significativamente tu situación económica.
Todavía peor es invertir en pagarés. Estos productos no están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos, por lo que siempre existe el riesgo de no poder recuperar los fondos invertidos.
Entonces, ¿cómo invertir tu dinero? La mejor alternativa es huir de las opciones que ofrecen los bancos y garantizar la rentabilidad con la apertura de un seguro de ahorro en una compañía de confianza.
Estos seguros no solo constituyen un instrumento de ahorro seguro y flexible, sino que además velan por la protección de tu familia en caso de fallecimiento. En este sentido, los herederos recuperan la cantidad acumulada por el familiar y reciben un capital extra como ayuda para sufragar los gastos del sepelio.
Las ventajas de elegir bien dónde invertir tus ahorros
Los seguros de ahorro funcionan mediante aportaciones mensuales, que puedes complementar con otras extraordinarias si así lo deseas. Además, son una garantía de rentabilidad sin asumir riesgos vinculados a las inversiones. Todo ello sin renunciar a la liquidez, permitiéndote realizar rescates totales o parciales a partir del año de apertura.
Los seguros de ahorro también cuentan con algunas ventajas fiscales, aunque dependen principalmente de la manera en se produzca el rescate, entre otros factores. Por ejemplo, si eres el titular del seguro y tú mismo eres quien saca el dinero, solo se tributa en IRPF el rendimiento de las prestaciones, y no todo el capital rescatado.
Es importante destacar que cuando el beneficiario es distinto del tomador, la cantidad correspondiente al rescate debe declararse en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD).
Por otra parte, si decides rescatar el capital en forma de renta vitalicia, cuanta más edad tengas, menos porcentaje estás obligado a declarar. Así, a partir de los 70 años estás exento de pagar lo correspondiente al 92% del mismo. El porcentaje de tributación está entre el 19% y el 23%, dependiendo de la cantidad que rescates.
Asimismo, cuando obtienes un capital de un seguro de ahorro en forma de renta temporal, la cantidad de tributación obligatoria depende de lo que dure la renta. A medida que aumenta el tiempo, el porcentaje también lo hace: es del 12% si la renta dura igual o menos de 5 años. En cambio, tienes que declarar el 25% del capital percibido cuando dura más de 15 años.
Claramente, contar con un seguro de ahorro para la jubilación es la opción ideal, ya que se adapta al perfil de inversor conservador que cualquier persona suele adoptar cuando no va a tener más ocasión de trabajar para ganar dinero.
En cualquier caso, para saber con certeza dónde invertir tus ahorros, es esencial dejarte asesorar por profesionales expertos antes de arriesgarte a colocarlos en un producto que no te ofrezca todas las garantías y pueda acarrear consecuencias negativas para tu economía.
Si este artículo te ha parecido interesante, ¡síguenos en Facebook y Twitter y estarás al tanto de otros temas similares!