¿Eres veterinario? ¿Tienes un salón de masajes o fisioterapia? Si es así, este artículo te interesa, ya que a continuación vamos a profundizar en el concepto de “seguridad del paciente”, un principio fundamental de la atención sanitaria que deberías aplicar en tu trabajo si lo quieres desarrollar con tranquilidad y ofreciendo la calidad que tus pacientes se merecen durante la prestación del servicio.
¿Qué es la seguridad del paciente?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la seguridad del paciente como “la ausencia de un daño innecesario real o potencial, asociado a la atención sanitaria y que no está relacionado con el motivo que le llevó a necesitar dicha asistencia”. Pero el concepto va más allá e implica importantes responsabilidades para los profesionales. Te explicamos por qué.
Una responsabilidad que abarca a todo el ámbito sanitario
La comunidad científica entiende que siempre que tu actividad implique la atención a pacientes, hay cierto grado de peligrosidad vinculada al servicio que prestas. Esto significa que existe el riesgo de que produzcas efectos adversos a tus pacientes debido a ciertos imprevistos que pueden surgir de la práctica, de los productos o de los procedimientos que apliques.
La prevención de estos efectos adversos requiere el esfuerzo de profesionales del ámbito sanitario, como tú. ¿Qué puedes hacer para reducir el riesgo de efectos adversos en tus pacientes? ¡Presta atención al punto siguiente!
Medidas para potenciar la seguridad en el ámbito sanitario
Para empezar, te recomendamos que tomes como guía las nueve soluciones para la seguridad del paciente que estableció la OMS en 2007; te ayudarán a evitar daños en las personas que atiendes:
- Presta especial atención en la administración de medicamentos de aspecto o nombre similares.
- Cuida las medidas de identificación de tus pacientes.
- Fomenta la comunicación durante el traspaso de pacientes entre distintos profesionales, departamentos o estancias.
- Asegúrate de que realizas el procedimiento correcto en la zona del cuerpo que corresponde.
- Controla las soluciones concentradas de electrólitos.
- Asegúrate de que todas las personas que atienden a tu paciente conocen la dosis exacta de medicación que deben suministrar.
- Evita errores de conexión de catéteres y tubos.
- Usa jeringas o similares una sola vez.
- Lávate las manos antes de cada servicio para prevenir infecciones asociadas a tu actividad.
Nosotros añadimos una solución más y así serían 10: contrata un seguro para comercios. Además, aconsejamos que incluya coberturas como la responsabilidad civil para garantizar las indemnizaciones por los daños que puedas causar a tus pacientes, a pesar de haber tomado todas las medidas posibles.
Póliza de responsabilidad civil para autónomos ¿Por qué contratarla?
Como decíamos, existen numerosos seguros para comercios, pero si te decides por uno, vigila que incluya una cobertura especial de responsabilidad civil para autónomos. Esta garantía es vital para la seguridad del paciente. ¿Qué ventajas te puede aportar? ¡Te las detallamos!
- Te protege ante daños corporales o materiales que puedas producir en tus pacientes durante el desarrollo de tu actividad. Por ejemplo, si eres un fisioterapeuta y accidentalmente le provocas una contractura a un paciente por una mala práctica o negligencia, entonces el seguro se hace cargo de la reclamación correspondiente.
- Si, por ejemplo, eres citado en calidad de investigado por perjudicar a uno de tus pacientes, el seguro cubre los gastos de defensa jurídica y pago de las costas judiciales, así como las extrajudiciales. Además, tendrás derecho a un abogado.
Y, los beneficios no acaban ahí, un seguro de responsabilidad civil para autónomos tiene a tu disposición otras coberturas opcionales muy interesantes:
- ¿Quieres proteger a tus trabajadores? Lo podrás hacer gracias a la cobertura de responsabilidad civil patronal que también incluye este seguro. Si tienes un empleado que sufre una lesión en tu trabajo, por ejemplo, subiendo las escaleras para llegar a su puesto y necesita asistencia sanitaria, este seguro te respalda haciéndose cargo de los gastos originados.
- Además, la cobertura de Responsabilidad Civil de Explotación es otra que te puede resultar realmente interesante, ya que también responderá de forma similar por las acciones de tus empleados en el ejercicio de su actividad. Por ejemplo, si uno de tus trabajadores vierte accidentalmente un producto y estropea la ropa de un cliente, el seguro responde ante el valor de la prenda que se ha deteriorado.
- ¿Tienes el local alquilado para desarrollar tu actividad? En ese caso, la cobertura de responsabilidad civil te puede evitar un buen desembolso económico, ya que te protege ante los daños que puedas ocasionar al propietario y que tengan como origen en determinados accidentes que perjudiquen al local. Por ejemplo, si rompes una tubería haciendo un taladro en una de las paredes del local, el seguro se hace cargo del arreglo.
Conclusiones
Si trabajas por cuenta propia en el ámbito sanitario, es tu responsabilidad velar por la seguridad de tus pacientes. Ahora ya conoces algunas medidas que puedes poner en práctica para evitarles posibles daños mientras les atiendes. Sin embargo, ante la imposibilidad de eliminar el riesgo al 100% es fundamental que cuentes con un seguro para comercios que incluya como cobertura la responsabilidad civil para autónomos que incluya las coberturas que necesitas para ejercer tu profesión con total tranquilidad.