En no pocas situaciones de herencia entre hermanos u otros herederos suelen darse problemas y alguna clase de disputa entre los herederos. Las mayores complicaciones vienen cuando un bien en concreto tiene varios herederos, quedando ese bien compartido entre más de un propietario, como una vivienda, por ejemplo. Siendo realistas, esto puede suponer un problema a la larga si una vivienda no se quiere compartir o si un heredero se niega a vender. En casos como éste, ¿se puede obligar a un heredero a vender? ¿Qué soluciones existen ante ese conflicto de intereses?
¿Qué sucede si un heredero se niega a vender?
Imaginemos un caso de herencia entre hermanos: el de María Ángeles y Rafael. Ambos firman la escritura de aceptación de herencia y reciben una vivienda al 50%. Rafael quiere vender esa herencia compartida. Pero María Ángeles, que le tiene cariño a la vivienda, no quiere venderla. Entonces, ¿qué hacer ante esta situación?
Lo que nos queda es nombrar a un contador-partidor. Debemos acudir al notario para que el Colegio Notarial designe el nombramiento. Esto podría ser muy útil para resolver la situación de Rafael y María Ángeles en el caso de que el contador-partidor decidiese adjudicar la propiedad de la casa a un solo heredero, quedando el otro con su parte en metálico.
Sin embargo, María Ángeles no quiere vender esa propiedad y no está obligada por Ley a ello. Recordemos que la propiedad es un derecho del que ninguna persona puede ser privada. Esto supone un conflicto con los intereses de Rafael, que acude al Código Civil (título III) en donde se recoge que “ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad y cada uno de ellos podrá pedir en cualquier momento que se divida”.
Por lo que llegados a éste punto, ese conflicto de intereses puede acabar en un procedimiento judicial para tasar judicialmente la vivienda y venderla en una subasta. Esta es la manera de vender parte o el total de una herencia compartida. En esa subasta, Rafael podría pujar por la vivienda pero no así María Ángeles, ya que es considerada disidente por no querer venderla.
Visto esto, lo más práctico es vender el bien o los bienes compartidos a un tercero; o que uno de los herederos obtenga una parte en metálico, quedando el otro heredero como propietario de ese bien al 100%. Para evitar estos problemas, tener una herencia bien definida y con todo claro es esencial. Por eso es recomendable recurrir a un asesoramiento profesional a la hora de redactar un testamento, como el que te ofrecemos en Occident.