Riesgos eléctricos: cuáles son y cómo prevenirlos

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riesgos eléctricos
  • Un riesgo eléctrico es cualquier posibilidad de que suceda una descarga eléctrica
  • Analizamos las5 reglas de oro para tratar la electricidad en nuestro hogar y evitar accidentes de este tipo
  • El seguro de hogar de Occident puede ayudarte a cubrir los costes de un electricista. Consulta condiciones

La seguridad eléctrica es un aspecto imprescindible para tu bienestar y el de tu hogar. Aunque confíes en la instalación de tu vivienda, es importante tener en cuenta los distintos tipos de riesgos que pueden afectar a la electricidad. No hay que subestimar el efecto que puede tener un accidente de estas características: en muchos casos ocasiona pérdidas materiales significativas y, en el peor de los casos, provoca daños a ti o a tu familia.

Con el fin de estar más seguro frente a cualquier clase de incidente, en este post te explicamos cuáles son los riesgos eléctricos más comunes que pueden afectar a tu hogar. Además, te damos consejos para prevenirlos y repasamos las cinco reglas de oro para el tratamiento de la electricidad. 

Tipos de riesgos eléctricos

A grandes rasgos, se considera peligro o riesgo eléctrico cualquier posibilidad de que suceda una descarga eléctrica. Las lesiones y daños físicos o materiales derivados de un problema eléctrico pueden deberse a la propia descarga o a los incendios que tengan lugar a raíz de la misma. 

Los riesgos eléctricos pueden tener consecuencias muy graves: desde el perjuicio material al deterioro de la vivienda y, en casos extremos, al fallecimiento. Los tipos de riesgos eléctricos más comunes asociados a un fallo o una descarga eléctrica son los siguientes:

  • Lesiones leves en la piel
  • Quemaduras de gravedad variable, provocadas por incendios derivados de una descarga eléctrica.

  • Fallecimiento a causa de una descarga eléctrica, de un incendio derivado de la misma o de la inhalación de humo.

  • Deterioro parcial o total de los aparatos eléctricos y electrónicos del hogar.

  • Daños en el mobiliario y la infraestructura de la vivienda, tanto por el accidente eléctrico como por el incendio que origina la descarga.

Afortunadamente, no son pocas las averías eléctricas que cubre el seguro de hogar, por lo que si cuentas con uno es muy probable que puedas cubrir los gastos derivados del daño eléctrico causado. En cualquier caso, el peligro que supone una descarga eléctrica es impredecible, por lo que vale la pena que sigas los siguientes consejos para no tener que enfrentarte a un accidente grave relacionado con la electricidad de tu hogar.

Las 5 reglas de oro para tratar la electricidad

El Real Decreto 614/2001 establece unas disposiciones mínimas para la protección de la salud y la seguridad frente al riesgo eléctrico. Aunque en principio, las disposiciones se establecieron para el entorno laboral, su utilidad general ha hecho que pasen a conocerse como “las cinco reglas de oro” para el tratamiento de la electricidad. Seguirlas puede ayudarte a protegerte de problemas eléctricos, por lo que vale la pena incorporarlas a las medidas generales de prevención de riesgos en el hogar

  1. Desconectar con corte visible o efectivo

    Antes de llevar a cabo cualquier tipo de reparación o trabajo con la electricidad, es imprescindible desconectar todas las alimentaciones eléctricas, ya sea en máquinas, línea o cuadros eléctricos. Es necesario comprobar que el corte de la alimentación se ha hecho correctamente, para lo cual hay que verificar que el contacto del interruptor o fusible está abierto o, si no es posible cerciorarse visualmente, asegurarnos de que el indicador señala un corte seguro.

  2. Enclavamiento, bloqueo y señalización 

    No solo es importante asegurarse de que todo está desconectado: también hay que tomar medidas para evitar que la electricidad vuelva a conectarse mientras estamos realizando los trabajos oportunos. El método más efectivo es utilizar un candado para bloquear el paso de la electricidad: no es recomendable utilizar cinta aislante o bridas, ya que pueden anularse fácilmente.

    El enclavamiento y señalización se aplican sobre todo en el entorno laboral, y se refieren a la necesidad de informar debidamente de los trabajos eléctricos que estamos llevando a cabo para que nadie vuelva a conectar la alimentación eléctrica.

  3. Comprobación de ausencia de tensión 

    Esta regla indica que, aunque estemos tomando las medidas adecuadas, debemos partir de la premisa de que los elementos que puedan estar en tensión lo estarán. En ese sentido, debemos comprobar que no existe tensión eléctrica antes de llevar a cabo cualquier tipo de arreglo o reparación, y verificarlo en toda y cada una de las fases del trabajo.

  4. Puesta a tierra y en cortocircuito

    Esta es una de las reglas más importantes, puesto que nos protege de cualquier accidente eléctrico aunque hayamos cometido un error al seguir las otras reglas. Utilizar un equipo de puesta a tierra para desviar la electricidad nos protege, creando una zona de seguridad cuando estamos trabajando. Si no contamos con puentes de cortocircuito adecuados y resistentes, corremos el riesgo de sufrir una descarga eléctrica cuando el equipo vuelva a ponerse en tensión. 

  5. Señalización de la zona de trabajo

    Como complemento a la segunda regla de oro, es muy recomendable que utilicemos señales visuales para indicar la zona donde se está realizando la reparación de la instalación eléctrica. En el caso de reparaciones en un entorno profesional, se recomienda el uso de vallas, conos y dispositivos similares. 

Cómo prevenir un accidente eléctrico: consejos

Como hemos mencionado, las reglas de oro suelen utilizarse en un entorno profesional por parte de electricistas especializados. En el entorno doméstico, también hay principios generales que podemos seguir para prevenir accidentes eléctricos y el deterioro de nuestros aparatos eléctricos y electrónicos. 

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A continuación te damos algunas medidas de prevención de riesgos eléctricos que deberías aplicar con regularidad para protegerte:

  • Revisar la instalación eléctrica y los enchufes: Aunque no seas un electricista profesional, no es difícil darse cuenta de un fusible o un cable quemados o deteriorados. Cualquier problema con ellos puede derivar en una descarga e incluso un incendio, por lo que debes contactar con un técnico para reemplazar el material desgastado. Lo mismo sucede con los enchufes: si ves que las patas están derretidas, es necesario que lo desconectes y lo reemplaces cuanto antes.

  • Cubre los tomacorrientes: Especialmente si tienes pequeños en casa, asegúrate de cubrir las tomas de corriente para evitar que cualquier miembro de tu familia sufra un accidente. Las tapas de tomacorrientes están disponibles en todas las ferreterías a un precio bajo, en especial si tienes en cuenta el riesgo que evitas al usarlas.

  • No abuses de ladrones, extensiones y regletas: cuantos más aparatos conectas a un circuito, más calientas el sistema eléctrico y más te expones a un posible incendio. Si necesitas otros puntos de energía, consulta con un experto antes de sobrecargar la instalación eléctrica de la que dispones. Si utilizas algún extensor, asegúrate de guardarlo bien enrollado cuando no esté en funcionamiento.

  • Usa la potencia adecuada: Utilizar lámparas y bombillas de potencia superior a la indicada puede calentar los cables y dañarlos. Siempre es más recomendable utilizar bombillas de bajo consumo, que protegen tu instalación  y te ayudan a ahorrar en la factura eléctrica.

  • Cuidado con la cocina y el baño: Las descargas al utilizar un tenedor para sacar una tostada de la tostadora son solo uno de los numerosos accidentes que pueden producirse en la cocina, así que asegúrate de tomar las precauciones necesarias y desconectar los aparatos antes de hacer nada.  También hay que tener mucho cuidado en el baño, por la proximidad del agua y el sistema eléctrico. Siempre que utilices aparatos eléctricos como el secador, comprueba que el agua está cerrada y que no te expones a riesgos innecesarios.

Confía en profesionales para tu instalación eléctrica

El sistema eléctrico es una de las instalaciones más complejas del hogar, y también una de las más peligrosas por los riesgos que entraña. Es imprescindible que tomes todas las precauciones posibles a la hora de gestionar los aparatos eléctricos de tu vivienda, y te asegures del correcto mantenimiento de tu instalación para evitar accidentes. 

En cualquier caso, eso no significa que tengas que enfrentarte a la reparación de tu sistema eléctrico por tu cuenta. Recuerda que, si has sufrido algún accidente eléctrico en tu casa o necesitas asistencia externa, tu seguro de hogar multirriesgo de Occident puede ayudarte a cubrir los gastos de la reparación y poner un especialista a tu disposición para realizar las instalaciones necesarias.

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