¿Qué podemos hacer para mejorar la memoria de los niños?
La memorización de ciertos temas de estudio acaba siendo un problema para muchos niños, que no están acostumbrados a esta actividad y, por lo tanto, no tienen muy desarrollada esta capacidad. Por suerte, los padres podemos adoptar ciertas técnicas para ayudar a mejorar la memoria de los niños.
Repetir en voz alta
Un estudio de la Universidad de Montreal, en Canadá, ha demostrado que repetir en voz alta dirigiéndonos a alguien en concreto, aquello que queremos recordar ayuda a mejorar nuestra memoria verbal.
¿Por qué sucede esto? Esencialmente, porque la articulación de sonidos crea un elemento de referencia en nuestro cerebro, lo que permite un recuerdo más eficiente. Si a ello le añadimos la funcionalidad del discurso, los datos se retienen aun mejor en la memoria, porque el cerebro usa toda la información multisensorial asociada con la comunicación.
El juego
Jugar también puede ayudar a potenciar la memoria de un niño. El motivo es bien sencillo: se trata de una experiencia agradable, por lo que es mucho más fácil que la recordemos. Si estimulamos la memoria desde muy pequeño gracias a juegos para niños, será mucho más probable que la pueda optimizar de más mayor.
Los padres podemos usar diversos recursos de juego para ayudar al niño a memorizar datos e informaciones de la manera más fácil y divertida posible. ¿Quién no ha probado a cantar las tablas de multiplicar para recordarlas? Este ejemplo lo podemos hacer extensivo a cualquier cuestión que queramos que el niño recuerde.
Si tu hijo es aún un bebé, repetir palabras y hacérselas repetir a ellos también puede ayudar a su memoria, igual que recurrir a juguetes con sonido. Hacer que memoricen qué ocurre cuando pulsan una parte del juguete les divertirá y, a la vez, estimulará su capacidad de recordar.
Otro juego muy simple y eficiente para la estimulación de la memoria en los niños consiste en esconder objetos por la casa, después de habérselos enseñado. Los pequeños tienen que recordar cuáles eran y empezar a buscarlos en un tiempo determinado.
Finalmente, es importante que estimulemos la memoria auditiva de los niños a través de juegos. La repetición de trabalenguas puede ser una buena opción, al igual que usar los juegos de parejas de sonidos o fabricar objetos sonoros y asociar su sonido con otros de conocidos.