Los parabenos son sustancias que se utilizan como componentes en multitud de mezclas y disoluciones debido a sus propiedades bactericidas y fungidas. Es decir, son buenos conservantes y previenen el deterioro de ciertos productos. Sobre todo, se usan en dermocosmética pero también en la industria alimentaria, como aditivos en conservas, en rellenos de pasteles y bebidas con edulcorantes artificiales, entre otros usos.
Existen varios tipos de parabenos, los más famosos son el methylparaben, el ethylparaben, el propylparaben y el butylparaben y por normativa europea, vienen detallados en el etiquetado de los productos mediante una serie de códigos, como el E218 para el methylparaben.
Ahora que ya sabes qué son los parabenos y cómo se designan, seguramente recuerdes haberlos visto en forma de la letra E seguida de distintas numeraciones y estarás pensando que los ingieres a diario.
Efectivamente, los parabenos son consumidos cada día, vía oral por infinidad de personas en el mundo occidental, sin embargo, el cuerpo humano los metaboliza y elimina con mucha más facilidad si los ingiere que si los absorbe a través de la piel. ¡Sigue leyendo y descubre por qué es importante usar cosméticos sin parabenos!
Efectos de los parabenos en la salud
Los parabenos son motivo de controversia en la comunidad científica, y en la población general existe el mito generalizado de que el cáncer es uno de sus efectos más peligrosos.
La realidad es que nadie hasta la fecha ha podido demostrar que los parabenos sean cancerígenos. Los orígenes del mito se remontan a 2004, momento en que el Journal of Applied Toxicology publicó los resultados de un estudio en el que se habían hallado restos de parabenos en algunos tumores de mama, presumiblemente procedentes de productos cosméticos como desodorantes y cremas. Sin embargo, esto no quiere decir que los parabenos fueran los desencadenantes del tumor.
Por otra parte, se ha atribuido a los parabenos la capacidad de potenciar el efecto de los estrógenos en el organismo. Y, lo cierto es que estas sustancias pueden llegar a actuar de manera similar a las hormonas, pero la cantidad de parabenos que se absorbe por vía tópica a través de los cosméticos es demasiado pequeña como para que el cuerpo humano se vea perjudicado por esta función.
En realidad, el efecto más evidente de los parabenos en la salud es la aparición de piel irritada, dermatitis y rosácea en personas que son alérgicas. Si tienes estos síntomas tras la aplicación de cosméticos y no se manifiestan cuando usas productos libres de parabenos es posible que les tengas alergia.
No obstante, si tienes dudas, siempre puedes consular con un profesional experto en dermocosmética como los que tienes a tu disposición con el seguro de salud de Occident. Si lo deseas, tienes la posibilidad de contactar ahora con un agente de la compañía para que te asesore sobre la contratación de la póliza.
Cómo elegir productos sin parabenos de buena calidad
Se puede concluir que la información que circula en la actualidad sobre lo que son los parabenos en cosmética y sus consecuencias para salud es bastante ambigua. Ante la incertidumbre, cada vez son más las marcas de cosméticos que sacan al mercado productos sin parabenos. Sin embargo, todavía muchos cuentan con su presencia: champús, cremas de afeitar, hidratantes, lubricantes y hasta las pastas de dientes contienen parabenos en su composición.
Si eres alérgico a los parabenos, puedes sufrir consecuencias bastante desagradables por su presencia en productos de higiene dental. De hecho, la irritación en las encías puede ser más molesta que en cualquier otra zona del cuerpo.
Si quieres alejar los parabenos de tu piel, es importante que leas con detalle la información de los envases para comprobar si los tienen. No obstante, debes tener en cuenta que cualquier producto llevará otro tipo de conservantes en su composición para tener cierta durabilidad. Cuanto más natural es el cosmético, más corta suele ser su fecha de caducidad. Presta atención también a este dato para adquirir productos en condiciones de calidad óptimas.
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