Si realizas un trabajo sedentario, necesitas una alimentación completa, pero sin grasas
Para cuidar nuestra salud, todos deberíamos tener una dieta sana y equilibrada de la que formen parte la mayor parte de nutrientes. Además, nuestro modo de vida condiciona nuestras necesidades, al igual que el sexo o la edad que tengamos. Por lo tanto, es importante que distingamos qué necesitamos comer realmente, según nuestro estilo de vida. En consecuencia, la alimentación de una persona con trabajo sedentario debe tener en cuenta que realiza un gasto de energía muy bajo.
Si tienes un trabajo sedentario, debes centrar tu alimentación en:
- Ensaladas o verduras, cada día.
- Arroz o pasta, 2 veces por semana.
- Legumbres, 2 veces por semana.
- Carne y pescado en la misma proporción.
- 2 piezas de fruta fresca al día.
Además de estos alimentos básicos, puedes incluir en tu alimentación patatas – nunca fritas – y pan en cantidades moderadas. Igualmente, necesitas incluir dos vasos de leche – queso, yogur o leche fermentada – para mantener tus huesos en las mejores condiciones posibles.
También es necesario que tengas en cuenta la condimentación de todos estos alimentos, para asegurar que tu dieta es realmente sana. El aceite de oliva es la grasa más sana con la que puedes cocinar tu dieta, mientras que es recomendable que dejes de lado la mantequilla y la margarina para cocinar.
Finalmente, no olvides hidratarte adecuadamente. Aunque no hagas un gran ejercicio físico, tu cuerpo pierde agua de manera natural, y debes reponerla. Una correcta hidratación , que implica beber al menos 1’5 litros de agua, te ayudará a mejorar tu tránsito intestinal, reducir la posibilidad de padecer problemas de riñón, dará flexibilidad a tus huesos y piel y hará que tus mucosidades sean más fluidas, por lo que respirarás mucho mejor.
Sigue estos consejos y, por mucho que tengas una vida sedentaria, podrás presumir de estar sano y en forma para hacer frente a tu día a día.