La exposición a condiciones climatológicas extremas, como olas de calor, lluvias torrenciales, tormentas de granizo y bajas temperaturas, pueden someter a tu automóvil a un nivel de desgaste mucho mayor del habitual, afectando tanto a su estructura externa como a su funcionamiento interno.
¿Cómo afectan los fenómenos atmosféricos a tu coche, furgoneta o moto?
Por ejemplo, el calor extremo puede afectar negativamente al motor y los neumáticos, mientras que el frío severo puede provocar problemas con la batería o los líquidos internos. Asimismo, las tormentas y el granizo no solo dañan la carrocería y los cristales, sino que también pueden generar corrosión en las partes metálicas y complicaciones mecánicas si el agua penetra en los sistemas eléctricos.
Dado que los vehículos no están diseñados para soportar indefinidamente este tipo de fenómenos climáticos, es esencial que le brindes una atención especial para asegurar su buen funcionamiento y vida útil.
A continuación, te presentamos distintas medidas preventivas que puedes implementar para garantizar la seguridad de tu coche frente a los fenómenos climatológicos:
- Estacionamiento cubierto: La manera más efectiva de proteger tu vehículo contra fenómenos meteorológicos extremos es estacionarlo en un garaje o bajo una cubierta sólida. Un garaje no solo resguarda tu automóvil de la lluvia, granizo o nieve, sino que también lo protege de cambios bruscos de temperatura que podrían afectar a sus componentes. Además, estacionarlo en un lugar cubierto evita la exposición constante a la humedad, que puede causar corrosión.
- Fundas protectoras y burbujas: Si no dispones de un garaje, una cubierta protectora específica para automóviles es una solución eficaz. Estas cubiertas están diseñadas para proteger el vehículo de los efectos del sol, el granizo y la lluvia, al estar fabricadas con materiales resistentes a la intemperie.
- Tratamiento antilluvia: Aplica un tratamiento de impermeabilización en los cristales de tu coche, especialmente antes de los meses lluviosos, para repeler el agua y evitar su acumulación en la superficie del cristal.
- Sistema de climatización: revisa el sistema de climatización de tu coche para asegurarte de que funcione correctamente. Esto es clave para evitar el empañamiento de los cristales, especialmente en situaciones de humedad o frío extremo.
- Uso de neumáticos adecuados: Revisa regularmente el estado de tus neumáticos para asegurarte de que estén en condiciones óptimas. Si vives en una zona expuesta a nieve o hielo, es importante considerar la instalación de neumáticos de invierno o el uso de cadenas.
- Sistemas de drenaje: Inspecciona los sistemas de drenaje de tu coche, ya que pueden tener suciedad y estar obstruidos, así evitarás que el agua se acumule, especialmente durante lluvias intensas. Además, mantén las escobillas del limpiaparabrisas en buen estado para garantizar una visibilidad clara en todo momento.
Todas estas recomendaciones son fundamentales para garantizar tu protección y la de tu coche, evitando sorpresas desagradables, pero como conductor sabes que existen muchos otros riesgos a los que te expones al conducir y lo hace tu vehículo también. Es por eso que en Occident tenemos una completa gama de seguros de coche.
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