Los problemas en la comunidad de vecinos son más que habituales. Ya sea por una eliminación de una barrera arquitectónica, por la presencia de un vecino problemático o por una derrama, llegar a un acuerdo puede ser complicado. Sobre todo porque, a no ser que nos dediquemos a la abogacía a o la administración de fincas, los vericuetos legales hacen que creamos saber algo que, en realidad, desconocemos.
¿Es cierto que un único vecino puede obligar, aunque el resto haya votado en contra, a instalar un ascensor? ¿Se puede expulsar de una comunidad de propietarios a un vecino problemático?
En este post, además de desmontar falsas creencias relativas a los problemas en la comunidad de vecinos te explicaremos cómo conviene proceder cuando nos encontramos ante un conflicto vecinal y, sobre todo, te recomendamos que cuentes siempre con un equipo de profesionales como los que los seguros de comunidades suele poner a tu disposición.
- ¿Problemas en la comunidad de vecinos? Desmontamos los mitos y falsas creencias más extendidas
- Un único vecino puede obligar al resto, aunque hayan votado en contra, a instalar un ascensor.
- Nadie puede echar a mis mascotas del edificio en el que vivo
- Se puede expulsar a un vecino problemático de la comunidad
- El resto de vecinos tienen que asumir parte de los gastos de un vecino moroso
- La comunidad de vecinos puede negarse a la apertura de un negocio en el edificio.
- ¿Cómo actuar ante un conflicto con tu comunidad de vecinos?
- Conclusiones
¿Problemas en la comunidad de vecinos? Desmontamos los mitos y falsas creencias más extendidas
En este punto, nos vamos a centrar en algunos aspectos concretos relacionados con los problemas en una comunidad de propietarios. ¿Mito o realidad?
Un único vecino puede obligar al resto, aunque hayan votado en contra, a instalar un ascensor.
Cierto. La Ley de Propiedad Horizontal, en su artículo 10.1 así lo establece siempre y cuando en su vivienda o local vivan, trabajen o presten servicios voluntarios personas con discapacidad o mayores de 70 años y siempre y cuando el importe de las obras – después de descontar las subvenciones y ayudas públicas – no exceda de doce mensualidades de la comunidad.
Nadie puede echar a mis mascotas del edificio en el que vivo
Falso. Hay sentencias judiciales que han denegado la tenencia de mascotas a algunos vecinos debido a los problemas que estas causaban en la comunidad de propietarios. Los ladridos de los perros y los malos olores son las principales quejas que ocasionan los animales domésticos y que podrían obligarte a despedirte de ellos.
Se puede expulsar a un vecino problemático de la comunidad
Cierto. Por un tiempo máximo de 3 años. La expulsión debe dictaminarla un juez y el proceso judicial debe iniciarse bajo previo acuerdo de la junta de vecinos. Efectivamente, un juez puede obligar a un vecino problemático a abandonar la comunidad de propietarios siempre y cuando sea reincidente en los motivos de la demanda.
El resto de vecinos tienen que asumir parte de los gastos de un vecino moroso
Cierto. Si hay un vecino que se niega a pagar recibos de luz, agua u otros gastos comunitarios, el resto deben asumir esta parte hasta conseguir que se haga cargo de sus responsabilidades, bien de manera amistosa o tras un proceso judicial.
La comunidad de vecinos puede negarse a la apertura de un negocio en el edificio.
Falso. Si la persona que abre el negocio tiene todas las licencias de actividad en orden con el ayuntamiento, la comunidad de vecinos no puede impedir su apertura, aunque se trate de un negocio que pueda disgustar a todos como puede ser una discoteca o un salón de masajes eróticos.
¿Cómo actuar ante un conflicto con tu comunidad de vecinos?
En una comunidad de vecinos, los problemas pueden ser muy diversos, pero podemos establecer un proceso general para resolverlos:
- Detectar el conflicto. En primer lugar, debemos prestar atención a las conversaciones que pueden surgir en la comunidad. Los problemas vecinales que se detectan en fases iniciales suelen resolverse con más facilidad.
- Hacer partícipes a todos. Tras detectar el problema, lo ideal es hacer que tanto propietarios como inquilinos participen aportando posibles soluciones.
- Establecer normas de convivencia en la comunidad de vecinos. Toda comunidad de propietarios debería contar con una serie de reglas para convivir. Sin embargo, podemos encontrarnos con nuevas situaciones conflictivas. Por ejemplo, en un edificio nuevo, puede surgir que alguien quiera hacer una reforma por primera vez. Si no hay normas al respecto, habría que establecerlas.
- Evitar señalar a vecinos concretos. Lejos de hacer acusaciones directas, trataremos de llegar a un acuerdo haciendo hincapié en que se trata de una cuestión que nos afecta a todos y que entre todos podemos solucionar.
- Ser tolerante. Lo mejor es que seamos tolerantes y flexibles con los demás. Por ejemplo, ofreciendo la posibilidad de pagar de forma fraccionada las deudas que un vecino pueda tener con la comunidad.
- Acudir a figuras profesionales. En caso de que la diplomacia haya fracasado, podemos acudir a la figura profesional que se necesite, dependiendo de las circunstancias:
- Administradores de fincas
- Fuerzas de seguridad
- Asesoría legal
Conclusiones
Los ruidos suponen el 20% de las quejas en las comunidades de vecinos, según datos del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAF). Este problema es el más frecuente en los edificios donde conviven varias personas, junto con la morosidad, las reformas, las humedades, el uso de las zonas comunes y las obras en la comunidad. Todos ellos pueden resolverse fácilmente si los detectamos a tiempo y si encontramos un punto en común entre todos los vecinos. Sin embargo, puede haber situaciones límite en las que necesitemos de ayuda profesional y/o de las autoridades para alcanzar una solución.