A todos nos preocupa garantizarnos una jubilación “digna” que nos permita mantener nuestro poder adquisitivo cuando se acabe nuestra etapa laboral. Existen varios instrumentos financieros para ayudarnos a conseguirla, aunque la duda suele centrarse en dos de ellos: plan de pensiones o fondo de inversión, ¿cuál merece más la pena? Vamos a poner un poco de luz a la hora de descubrir cuál es nuestro mejor camino, sabiendo que las dos opciones son válidas, pero también que cada uno tiene un recorrido distinto.
Antes de comenzar quiero destacar que la edad de jubilación actual en España es de 65 y 6 meses, una cifra que aumentará gradualmente a 67 años en el año 2027. Sin embargo, la jubilación seguirá siendo posible a partir de los 65 años, si se ha pagado 36 años de cotización a la seguridad social.
¿Qué es un plan de pensiones?
Lo más importante es tener en cuenta que el plan de pensiones es un plan a largo plazo y el único fin por el que se contrata es el de complementar nuestra jubilación. Esto provoca una falta de liquidez aunque, a diferencia de otros productos financieros, contempla algunas contingencias que sí permiten su liquidez inmediata:
- La propia jubilación
- Incapacidad laboral
- Enfermedad grave
- Muerte del partícipe
- Desempleo
- ERE
- Período de tiempo transcurrido: a partir del 2025 puedes rescatar tu plan de pensiones, siempre y cuando hayan transcurrido 10 años desde que realizaste la primera contribución.
Cabe destacar que los planes de pensiones cuentan con un tratamiento fiscal favorable en comparación con otros planes de ahorro. Esta rentabilidad financiero-fiscal es uno de los motivos por el que algunos partícipes eligen esta opción, pues no solo generará intereses, sino que también te permitirá deducir una cantidad de dinero cada año en tu declaración de la Renta.
¿Cómo funciona?
Un Plan de Pensiones se basa en realizar aportaciones periódicas o de forma puntual. Y es en el momento del rescate cuando el partícipe obtiene el dinero que haya ido depositando desde la contratación del producto más el rendimiento que se haya generado.
Este producto genera una rentabilidad en función de la estrategia elegida por el partícipe:
- Renta fija: el riesgo que asume el partícipe es bajo, ya que se invierte en activos financieros seguros. Por lo tanto, la rentabilidad también es baja.
- Renta garantizada: con esta opción, se ofrece una rentabilidad garantizada de antemano, y el rendimiento también será bajo.
- Renta variable: esta opción es muy agresiva y requiere de un conocimiento por parte del partícipe en materia de renta variable. Si bien es cierto, al ser un producto más arriesgado la rentabilidad puede ser alta, no hay que olvidar que está sujeta a una gran volatilidad
- Renta mixta: esta opción combina tanto la renta fija como la renta variable. De este modo reduce de manera considerable el riesgo y posibilita obtener una mayor rentabilidad con menos volatilidad
¿Qué pasa cuando llega la hora de percibir nuestro Plan de Pensiones?
Cuando llega el momento de la jubilación, las cantidades del plan de pensiones no tributan en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, sino como rendimientos del trabajo en el IRPF. Además, si decide cobrar todo el dinero de una vez, se aumentará la base imponible en la declaración de la Renta y, por lo tanto, el pago de impuestos. En cambio, si se elige cobrarlo parcialmente en forma de renta periódica también aumentará la base imponible, pero en menor medida. Los beneficiarios que decidan mantener el plan de pensiones no tendrán que tributar por ello.
Hay 4 formas de rescatar nuestro Plan de Pensiones:
- En forma de capital: es decir, cobrar de golpe todo el dinero que se ha ido ahorrando a lo largo de los años, lo que también supone estar obligados a tributar por un tipo más elevado.
- En forma de renta periódica: para tener unos ingresos fijos mensuales, trimestrales, semestrales o anuales.
- Rescate mixto: permite obtener un primer pago inicial y una serie de retribuciones mensuales.
- Como pensión vitalicia
Si la cuantía ahorrada es elevada, un rescate en forma de capital aumentará considerablemente la base imponible del IRPF y podría conllevar el pago del tipo máximo, que desde 2021 es del 47%.
¿Qué es un fondo de inversión?
Un fondo de inversión es un instrumento por el que se reúne la aportación de diversas personas para invertirlas de modo conjunto, delegando en un gestor o Sociedad Gestora la capacidad de decidir dónde hacerlo.
Lo curioso es que con una sola inversión puedes tener distintas acciones o bonos en cartera. Además, al hacerlo junto con otros inversores, la suma es mayor y permite tener acceso a los mejores gestores y a un menor coste que hacerlo de modo individual.
Los fondos de inversión están regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y hay que destacar que son aptos para cualquier tipo de persona, ya sea un inversor que tenga experiencia o un ahorrador que se haya decidido a dar el paso hacia la inversión.
Debes saber que los fondos de inversión permiten al inversor obtener una rentabilidad desde cuantías mínimas, pudiendo invertir en un fondo desde 100€. Además, este producto se adapta a las necesidades de los inversores sean cuales sean, obteniendo un rendimiento económico del dinero invertido acorde a sus objetivos de inversión.
Por lo tanto, el inversor español tiene a su disposición miles de fondos, que también son vehículos de inversión colectiva. La gran mayoría resultan accesibles para cualquier tipo de ahorrador.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento es muy sencillo. El inversor decide el fondo de inversión y compra las participaciones del mismo. El precio es lo que se denomina como valor liquidativo, que es el resultado de dividir el patrimonio del fondo entre el número de partícipes.
Lo curioso de este producto es la posibilidad de decidir por parte del inversor cuándo comprar o vender las participaciones. Es decir, cuantos más inversores inviertan, el patrimonio del fondo aumenta, así como la venta de participaciones influye en la disminución del fondo. Todo ello está supeditado además a la fluctuación en los mercados.
En cuanto a su tributación, esta solo tendrá lugar en el momento que haga la participación en el fondo se haga líquida; es decir, cuando se reembolse las participaciones.
Dependiendo de si su rendimiento es positivo o negativo (ganancia o pérdida patrimonial), deberá tributar en el IRPF en la base imponible del ahorro. Finalmente, cabe destacar que el traspaso entre fondos, buscando una mejor estrategia de inversión, está exento de tributación.
¿En qué se diferencian los planes de pensión con los fondos de inversión?
Las grandes diferencias entre un plan de pensiones y un fondo de inversión están en la liquidez, rentabilidad y fiscalidad:
- Los planes de pensiones sólo se pueden rescatar cuando el partícipe se jubile, salvo en las contingencias expresadas al inicio del artículo. El Fondo de Inversión, por el contrario, puede rescatarse en cualquier momento.
- En un plan de pensiones la estrategia de inversión se elige en el momento de la contratación. En el fondo de inversión, sin embargo, puedes cambiarla en cualquier momento.
- Un plan de pensiones permite desgravar las aportaciones en la declaración de la Renta, los fondos no. Sin embargo, el fondo de Inversión no establece ningún límite a las aportaciones anuales, mientras que en los Planes de Pensiones, las aportaciones particulares solo se permiten hasta un máximo de 2.000 € anuales
¿Cuál es la mejor opción para mi jubilación?
El Plan de pensiones está diseñado específicamente para ahorrar de cara a la jubilación, ese es su leitmotiv. Por lo tanto, el ahorrador tiene que ser consciente que este producto está diseñado para hacerlo líquido el día que se jubile al tratarse de un producto cautivo. Eso conlleva a un mayor compromiso por parte del ahorrador que, de esa manera, se obliga a constituir un ahorro.
Como hemos visto, la liquidez del fondo de inversión es inmediata, con lo que pone en riesgo esa anterior rigidez de los planes de pensiones. Por lo tanto, si el verdadero motivo del inversor es constituir un complemento el día que se jubile, esta liquidez puede poner en riesgo que el ahorro llegue a buen puerto.
Dicho esto, mi opinión es que, si tienes muy interiorizado y eres consciente de que, sí o sí debes de poner en marcha cuanto antes un plan de ahorro para complementar la jubilación, eres una persona conservadora y te preocupa obtener una mayor deducción en las aportaciones, el plan de pensiones es tu mejor opción.
Ahora bien, si eres una persona que quiere ser el verdadero protagonista de su ahorro en cuanto a la estrategia de inversión, estando muy encima de la volatilidad del fondo, que busca flexibilidad a la hora de realizar las aportaciones y que solo le preocupa tributar en el momento del reembolso en función de las plusvalías generadas, tu producto es y debe ser los fondos de inversión.
Conclusiones
Es difícil pronunciarme en nombre de cada uno de vosotros, ya que cada uno tiene distintas necesidades, inquietudes y motivaciones. Solo espero haberos dado la suficiente información para que podáis tomar la mejor decisión. Mi consejo, ahorrar, aunque siempre teniendo claras las características del producto en el que vamos a hacerlo:
- Plan de Pensiones
- Es un producto de ahorro
- Muy rígido y orientado a largo plazo
- Se beneficia de deducciones fiscales en las aportaciones
- Fondo de Inversión
- Es un producto de inversión
- Válido para cualquier plazo
- Las suscripciones no tienen ningún tipo de deducción
- Tiene absoluta liquidez