Peter Pan, Pinocho y otros personajes de Disney que describen ciertos comportamientos
En el mundo de la medicina existe una infinita terminología para describir todo tipo de enfermedades y dolencias; algunos de los nombres son curiosos o difíciles de pronunciar, mientras que otros tratan de ser descriptivos con respecto a los síntomas. En este post nos centraremos en los síndromes y trastornos de nombres tan conocidos como los personajes de Disney.
1 – Síndrome de Peter Pan
Este es el más conocido y su origen viene de la historia de un niño huérfano que vivía en una isla con otros niños como él. Su sueño era ser un niño para siempre; encontramos su reflejo en los niños que tienen miedo a crecer y presentan un comportamiento más infantil de lo normal y del que puede llevarles años desprenderse. Debes enseñar a tus niños cuáles son los beneficios de hacerse mayor para minimizar su temor.
2- Síndrome de Bella durmiente
Este es uno de los síndromes menos frecuentes, afortunadamente. Consiste en dormir por largos períodos de tiempo, entre un día entero y varias semanas; esto provoca una somnolencia constante, periodos de hambre compulsiva y otras dolencias como un carácter irascible y la dificultad para concentrarse. Es normal que los niños duerman, pero no está de más controlar sus períodos de sueño y sus respuestas a los estímulos del día a día.
3- Pinocho
El síndrome de Pinocho es una patología que provoca a la persona que lo padece una irremediable necesidad de mentir. Los niños, sienten mayor impulso a decir mentiras como herramientas para conseguir lo que quieren hasta ciertas edades, por eso es importante enseñarle el valor de la verdad, antes de que se convierta en algo sistemático.
4- Trastorno del País de las Maravillas
En la película de Alicia en el País de las Maravillas, la protagonista se encontraba constantemente con alimentos que la hacían crecer o reducir su tamaño; este trastorno produce el mismo efecto neurológico en la visión del afectado, provocando que los objetos se vean mucho más pequeños de lo que son en realidad (micropsia), o al contrario, más grandes (macropsia).
Además, también provoca una alteración de la percepción de la propia figura. Lo ideal es que lleves a tus hijos a una revisión oftalmológica de forma periódica y ante un problema de mayor importancia, acudas a un especialista para su diagnóstico.
No te alarmes demasiado rápido, los niños tienen comportamientos compulsivos y cambiantes durante su infancia; sin embargo, si sientes que puede estar sufriendo alguno de estos síndromes o trastornos, consulta con un experto en la materia y te dará los consejos y pautas que necesites.