Una paradoja es un hecho o un dicho que, a priori, parece contrario a lo que dicta la pura lógica. Esto se da también en la economía, en forma de varias paradojas. Hoy, desde Occident, hablaremos de la paradoja del ahorro, también llamada de la frugalidad o de la austeridad. Una situación que se da en muchas familias y que, en conjunto, puede desencadenar un efecto negativo hacia la economía global de un país.
¿Qué es la paradoja del ahorro y por qué se produce?
La paradoja del ahorro es un fenómeno económico que se da cuando la población, en su gran mayoría, incrementa en gran medida su nivel de ahorro. En principio, puede parecer que ahorrar en tiempos difíciles es la solución lógica, pero no es así. Aumentar el nivel de ahorro no tiene por qué traer como consecuencia una mejora en la economía. Es más, esta paradoja indica que seguramente ocurrirá todo lo contrario: puede desencadenar ciclos económicos recesivos aún más fuertes y que necesiten de un fuerte reajuste en el consumo.
Cuando las instituciones que gobiernan un país anuncian un periodo de crisis o recesión económica, automáticamente las familias deciden ahorrar ante las expectativas negativas que tienen sobre el futuro. Y, ¿cómo se puede ahorrar en períodos de crisis en los que los ingresos suelen bajar o, como mucho, se mantienen estables? Recortando gastos a partir de una reducción del consumo.
¿Cuáles son las consecuencias de una reducción drástica del consumo?
Esta conducta se repite en la gran mayoría de familias en tiempos de crisis, y es ahí cuando se da la paradoja del ahorro o de la frugalidad. ¿Qué pasa entonces si se reduce el consumo a nivel general?
La demanda baja
Al aumentar el ahorro el consumo bajará, por lo tanto, también lo hará la demanda.
La producción decrece
La producción se calcula en función de la demanda del ejercicio anterior, con lo cual si la demanda baja, la oferta también se reducirá automáticamente.
Reducción del ingreso global
Si la oferta y la demanda caen, el mercado tiene un menor movimiento. Menor actividad económica equivale a un descenso de los ingresos que afecta a nivel general.
Disminución en la capacidad del ahorro
Aquí llega la paradoja: cuanto más se ahorra, más se reduce la demanda, producción e ingreso global. Al reducirse este, los ingresos particulares, terminarán por verse afectados, por lo que la población acabará teniendo una menor capacidad de ahorro.
Solución a esta paradoja: ahorrar en tiempos de crecimiento económico
Gastamos cuando más ganamos y ahorramos cuando estamos ingresando menos. Este comportamiento se repite, pero quizás es un hábito que debamos cambiar. Las reglas económicas nos indican que, tanto a nivel global como a nivel familiar, el ahorro debe verse como una herramienta financiera constante y estable. Su aplicación no debe reducirse a épocas de recesión económica. Lo más conveniente es aumentar el ahorro en etapas en las que aumente el ingreso. Ingresos y ahorro deben ir de la mano.
De esta manera, se podrán suavizar los efectos negativos en el momento que llegue una época difícil para nuestra familia y, además, estaremos evitando dañar la economía del país. Actualmente, la sociedad dispone de herramientas financieras, como son los seguros de ahorro que posibilitan un ahorro constante, en base a reglas económicas lógicas y no a emociones. Cosa que ayuda a evitar la paradoja del ahorro.