¿Sabías que el 3% de los europeos padecen oniomanía? Lo que significa que son víctimas de la compra compulsiva, según el Informe Europeo sobre Adicción al Consumo. De este porcentaje, 9 de cada 10 son mujeres. Pero este estudio aún arroja otro dato más importante: un tercio de los compradores compulsivos no son conscientes de su trastorno adictivo.
Las compras impulsivas son un tipo de trastorno que va asociado a otros problemas como la ansiedad, la depresión, la inseguridad o la decepción. Los que la padecen buscan satisfacer una sensación placentera en el corto plazo que se deriva de la liberación de endorfinas y otras sustancias relacionadas con la felicidad. Pero esta felicidad es prácticamente fugaz y va acompañada de un sentimiento de culpa y malestar.
Consejos para evitar la compra compulsiva
Si compramos cosas que no necesitamos, con el objetivo de conseguir una mejora en el estado de ánimo, que nos desequilibran el presupuesto económico y luego tenemos remordimientos, ¡cuidado! Podemos convertirnos en especialistas en compras impulsivas.
Compartimos contigo unos consejos para evitar que las compras compulsivas se conviertan en una adicción
Trabaja la autoestima: conseguir sentirse bien con uno mismo es una de las tareas más importantes. Plantearte pequeños retos diarios e ir superándolos puede ayudarte a ganar autoestima.
Elabora un presupuesto mensual: te ayudará a controlar y a distinguir lo que realmente necesitas.
Evita las tarjetas de crédito: serás más consciente de lo que realmente gastas si utilizas dinero en efectivo.
Evita comprar cuando estés triste, el estado anímico puede crearte ansiedad y por tanto estar más vulnerable.