La crisis del coronavirus está afectando a todo el mundo. La práctica totalidad del planeta ha tenido que tomar medidas de contención, y cada país ha tratado de gestionar la pandemia como ha podido, aunque se intentan encontrar puntos en común para poder controlar el virus como medidas de higiene y otras acciones.
En el caso de España, la llegada del calor y medidas de prevención que estableció el gobierno, como el confinamiento, han hecho que las cifras actuales de fallecidos, contagios y recuperaciones, sean muy diferentes a las de hace 3 meses. Por eso, el plan de desescalada en varias fases, y el final del estado de alarma el pasado 21 de junio ha llevado a que toda la sociedad española entre en la denominada “nueva normalidad”.
La nueva normalidad dependerá de varios factores, y las medidas que se deben tomar afectan a todos los sectores, así como a las actividades cotidianas que realizábamos antes de que el COVID-19 llegara a nuestras vidas. Hablemos de forma más detallada de esta nueva situación.
La llegada de la nueva normalidad
El pasado 10 de junio se publicaron en el BOE una serie de medidas destinadas a contener y prevenir el avance de la pandemia del COVID-19, además de coordinarse para afrontar la crisis en el ámbito sanitario, educativo y laboral. En este paquete de medidas se incluyó un plan de desescalada en varias fases, a las que los territorios pasarían si se cumplían determinadas condiciones, hasta el final del estado de alarma decretado para el 21 de junio, como así ha sido.
Cómo se gestionará
El final de la declaración del estado de alarma viene acompañado también del final de la gestión por parte del gobierno central. Esto supone dejar en manos de las CCAA la gestión de la nueva situación, como las normas de seguridad e higiene en los centros de trabajo, vigilar que se están llevando a cabo y controlar que se hacen del modo adecuado, entre otro tipo de medidas.
Es decir, que se devuelven las competencias a cada territorio, para que se encargue de hacer cumplir los términos del decreto que regula la nueva normalidad.
¿Cómo será la vida en la nueva normalidad?
Como sociedad, debemos ser conscientes de que es necesario seguir estando alerta, y trabajar de forma unida para que el plan de desescalada y la nueva normalidad den paso a una situación libre de riesgos.
La vida durante este período de transición hacia la normalidad completa abarca una serie de pautas para todos, como el uso de mascarillas y distanciamiento social. Todas están recogidas en el Real Decreto-ley 21/2020 del 9 de junio.
Mascarillas, geles desinfectantes y medidas de higiene
El uso de mascarillas es una de las medidas más conocidas que hay. Si ya durante el plan de desescalada era imprescindible llevarlas, con la nueva normalidad no ha cambiado nada.
- Las personas mayores de 6 años debemos llevar mascarilla en todos los espacios públicos, tanto al aire libre como en zonas cerradas, cuando no sea posible mantener una distancia mínima entre personas de un metro y medio. También es todos los medios de transporte público y vehículos privados si se comparten con alguien que no conviva en el mismo hogar. Las únicas excepciones a la medida son las personas que sufran algún problema respiratorio que pueda agravarse, quienes no tienen autonomía para quitarse la mascarilla por sí solas (personas discapacitadas o dependientes) y deportistas al aire libre que entrenen de forma individual. Incumplir esta medida se castiga con una multa de 100 €.
- En cuanto al uso de geles desinfectantes, deben estar a disposición de los usuarios en todos los establecimientos para limpiarse las manos de forma regular y evitar en la medida de lo posible el contagio.
- Otras medidas de prevención e higiene son lavarse las manos con agua y jabón al llegar a casa, desinfectar con frecuencia las superficies y mantener la distancia social, que en la nueva normalidad pasa de 2 metros a 1,5, pero sigue siendo imprescindible mantener.
Qué se debe tener en cuenta en los sectores socioeconómicos
El Boletín Oficial del Estado recoge medidas de prevención específicas para cada uno de los sectores estratégicos de nuestra economía ante la nueva normalidad, de cara a dinamizar la economía y recuperar lo que se ha perdido en los últimos meses en industria, turismo, etc., debido al impacto del coronavirus.
Centros de trabajo y centros docentes
La seguridad e higiene en los centros de trabajo y estudios deben estar garantizadas. Para ello, las empresas y centros educativos tienen que adaptar los turnos y las zonas de uso común, para asegurar la distancia mínima de metro y medio entre personas.
Además, los trabajadores deberán llevar protecciones adecuadas conforme al riesgo que pueda existir.
En las franjas horarias en las que se prevea que hay mayor densidad de personas, se impondrán medidas de limitación de aforo, con el fin de mantener el distanciamiento social.
En los centros educativos las medidas serán parecidas, limitando el número de alumnos por clase y adoptando medidas de limpieza y desinfección adecuadas. Además de la adaptación de la formación a un formato online.
Centros y establecimientos sanitarios
Los centros sanitarios reducirán las citas presenciales, apostando siempre que sea posible por atender a los pacientes por videoconferencia. Cuando no lo sea, solo podrán acceder al centro quienes tengan la cita, permitiendo un acompañante solo si se trata de personas dependientes o con movilidad reducida.
Transporte
El transporte colectivo es uno de los puntos más sensibles, por su espacio reducido. Aunque se podrán ocupar todas las plazas, los viajeros deberán llevar puesta siempre la mascarilla. Además, la frecuencia y los horarios se ajustan para garantizar a la población el acceso a sus trabajos y otros servicios.
Establecimientos comerciales
Los comercios deben adoptar medidas para evitar que haya aglomeraciones y que tanto los clientes como el personal pueda mantener la distancia de seguridad. Además, deben asegurarse de tener geles desinfectantes y de limpiar de forma adecuada las superficies. Por ejemplo, los probadores deben ser desinfectados cada vez que alguien los use y antes de que entre otro cliente.
Turismo
Los establecimientos turísticos (hoteles, apartamentos, restaurantes, etc.) deben hacer lo posible por mantener la distancia de seguridad, o tomar las medidas necesarias en caso de que no sea posible, para evitar contagios.
En los aeropuertos se usarán cámaras térmicas para controlar la temperatura de los viajeros, y se harán pruebas a quienes puedan presentar síntomas del virus. Además, se recopilará información de contacto de cada pasajero que viaje, y se conservarán al menos durante un mes.
Desde el 21 de junio se permite viajar a países dentro del espacio Schengen, no obstante, se recomienda seguir las medidas de seguridad pertinentes, y es por eso que muchos otros países están debatiendo la apertura de fronteras con determinados países con el fin de paliar y evitar un rebrote de esta pandemia.
En cuanto a las playas, una de las zonas más unidas al turismo sobre todo en verano, también habrá que adaptarse. Por ejemplo, se reforzará la vigilancia para asegurar que no se supera el aforo, y se colocarán carteles con las normas que rigen tanto el baño como el distanciamiento social.
También se pondrán controles en los accesos, reservas horarias e incluso se podrá limitar el tiempo que permanezca cada usuario. Los ayuntamientos serán los encargados de decidir las medidas.
Centros culturales y deportivos
Locales de espectáculos, museos y otros espacios destinados a actividades de ocio y cultura también deben evitar las aglomeraciones. Y mantener las medidas de higiene necesarias.
Para eventos deportivos como La Liga o la ACB, serán sus administradores los responsables de adoptar medidas frente al contagio. Las decisiones deben tener como prioridad las exigencias de protección sanitaria.
Otros sectores
En el resto de sectores socioeconómicos se imponen también medidas de prevención como mantener la distancia social, usar elementos de protección y limitar el aforo si es posible.
También se aplican otras medidas, como avisar de inmediato de los casos positivos, o disponer de planes de contingencia para responder con rapidez.
Conclusiones
El período de transición entre la desescalada y poder salir a la calle sin temor, conocido como la nueva normalidad, nos acompañará durante un tiempo todavía. No se sabe cuánto, pero es importante que nos concienciemos de la necesidad de obedecer las medidas de seguridad e higiene para no volver a vivir una situación como la que acabamos de pasar.