Aunque los frigoríficos suelen tener una vida útil relativamente larga, a veces es inevitable que se estropeen. Muchas de las averías en frigoríficos tienen como consecuencia principal que la nevera no enfría.
El mal funcionamiento del frigorífico puede deberse a varios motivos, y es importante hacer las comprobaciones adecuadas para averiguar cuál es. En este post te contamos las principales causas por las que una nevera no enfría, y te indicamos cómo comprobar qué avería afecta a tu frigorífico.
¿Por qué una nevera no enfría?
Antes de tratar de descubrir el motivo por el que tu nevera no enfría, puedes hacer una serie de comprobaciones previas. Lo más importante es averiguar si la nevera no enfría pero el congelador sí: si es así, es posible que el ventilador no funcione correctamente, y debas hacer una limpieza a fondo o contactar con un técnico.
Si el ventilador funciona correctamente pero el frigorífico no enfría ni congela, puede deberse a los siguientes motivos:
- Problemas con el enchufe: Aunque parezca evidente, con frecuencia movemos algo la nevera y el enchufe se desconecta. Asegúrate de comprobar que la alimentación está bien antes de buscar otras causas.
- La clase climática de la cocina: la temperatura ambiente de la cocina debe estar entre los 17ºC y los 30ºC. En caso contrario, es posible que la nevera no funcione correctamente.
- Problemas de regulación del termostato: A menudo subimos la temperatura del termostato para ahorrar algo de energía. Sin embargo, eso puede hacer que los alimentos se estropeen con más facilidad y la nevera no enfríe.
- Nevera llena: Tener muchos alimentos en la nevera puede obstruir los conductos que transportan el frío desde el congelador. Es conveniente tener algo de espacio.
- Puerta abierta a menudo: Si abrimos mucho la puerta, en especial en verano, la temperatura del frigorífico sube y consume energía para mantener los alimentos.
Por supuesto, el frigorífico también puede sufrir averías más graves que afecten al ventilador, al condensador o a otros componentes. A continuación señalaremos algunas de las más comunes.
Averías que pueden ocurrirle a un frigorífico
Muchas de las averías comunes en un frigorífico pueden solucionarse con facilidad. Algunas de las más comunes son las siguientes:
- Alimentación: No basta con comprobar que el cable de la nevera está bien enchufado. Es posible que aun así no llegue la corriente: para comprobarlo, basta con mirar la luz de la bombilla y escuchar el motor. Si no funcionan, puede que el cable esté averiado. En ese caso, deberás reemplazarlo. Si es el enchufe el que no funciona, puedes conectar la nevera a otro distinto y contactar con un técnico para que arregle el averiado.
- Obstrucción de la puerta: Aunque no abras la puerta con mucha frecuencia, puede que haya algo que la obstruya y evite que los alimentos se enfríen correctamente. La solución más habitual es hacer una limpieza a fondo para quitar escarcha y otros elementos obstructivos. Si la puerta sigue sin cerrar como debe, lo más recomendable es avisar a un profesional.
- Obstrucción de los conductos: Los conductos por los que pasa el frío suelen deberse a la falta de mantenimiento. Para evitarlo, es necesario hacer una limpieza periódica. Desenchufa la nevera, saca los alimentos del frigorífico y el congelador y después límpiala a fondo. Si recolocas los alimentos para que circule el frío, es probable que vuelva a funcionar.
- Recalentamiento por ventilación exterior: Muchas veces el frigorífico se calienta en exceso porque está demasiado cerca de otra superficie. Procura separar la nevera de la pared y dejar espacio para que haya aire entre las dos.
Cuenta con un técnico para averías graves
Siguiendo los anteriores pasos, es muy probable encontrar soluciones a la mayoría de problemas leves de funcionamiento de tu nevera. Si realizas un mantenimiento regular de tu electrodoméstico y colocas los alimentos en la forma correcta, puedes alargar la vida útil de la nevera y contribuir a la economía circular de tu casa.
Sin embargo, hay casos en los que falla un componente esencial del frigorífico. En situaciones más graves lo más recomendable es, sin duda, recurrir al servicio técnico. Recuerda que el seguro de hogar de Occident te puede poner en contacto con un técnico, a través del servicio de asistencia en el hogar, si lo tienes contratado en tu póliza de hogar, y así podrás contar con un profesional que revise y repare tu frigorífico o cualquier otro electrodoméstico que se haya averiado.