El móvil, el wifi y hasta el despertador: descubre cómo evitar las radiaciones que emitimos en casa

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Podemos reducir las radiaciones de nuestro hogar con pequeños gestos

 

Aunque no lo parezca, nuestra casa está expuesta a un elevado nivel de contaminación electromagnética. Es decir, durante nuestra vida diaria estamos expuestos a numerosas ondas y campos electromagnéticos que pueden acabar incidiendo en nuestra salud. Por fortuna, podemos aplicar unos consejos que nos ayudarán a evitar las radiaciones en el hogar.

El dormitorio, un lugar clave

Uno de los espacios más importantes del hogar es el dormitorio, ya que es dónde pasamos más horas y, además, las más importantes: nuestro descanso.

Aunque en casa no dispongamos de herramientas profesionales de medición electromagnética, sí que podemos aplicar el sentido común para evitar ciertos problemas con el exceso de ondas. Por ejemplo, es importante que ubiquemos nuestro lugar de descanso en el espacio de la casa que reciba las señales de wifi más bajas.  Por supuesto, dormir con el wifi  y el móvil apagados, o al menos en modo avión,  nos ayudará a un mejor descanso.

Otro consejo para garantizarnos un descanso libre de ondas es no colocar el despertador eléctrico cerca de nuestra cabeza, ya que puede producirnos migrañas.  Es mejor utilizar un despertador de pilas y mantener incluso las lamparillas de la mesita lo más alejadas posible.

Optar por el cable

Siempre que podamos, usar teléfono por cable nos resultará más saludable que un inalámbrico. Y lo mismo se aconseja en el caso de Internet. Podemos optar por cables de 15 o 20 metros para movernos sin problemas y, en caso de que sea inviable esta instalación, elegir los modelos eco-dect de teléfono inalámbrico siempre nos evitarán una emisión continua de ondas durante las 24 horas del día.

Sería recomendable que planteásemos estas cuestiones en la próxima reunión de vecinos, ya que los inalámbricos tienen un alcance de decenas de metros entre tabiques,  y de centenares al aire libre. Por lo tanto, no nos sirve de mucho controlar nuestras ondas si el vecino no lo hace.

No olvidemos que otro gran protagonista de nuestra vida diaria y un gran de emisor de radiación es el microondas; por lo que es mejor que no esperes delante de él mientras esté en funcionamiento, aunque sea solo para un minuto.

El uso del móvil

Si queremos evitar el efecto de las ondas, lo mejor que podemos hacer es dejar de usar el móvil. Esto no es nada fácil, pero sí que es posible que apliquemos unos consejos prácticos que nos ayudarán a reducir al máximo la contaminación electromagnética.

De hecho, lo más aconsejable sería tener el móvil apagado o en modo avión, si no lo estamos usando. Así, evitaremos que intente conectar constantemente con la antena.

Además, optar por aplicaciones de chat y mensajes de texto en lugar de llamadas siempre nos será más saludable, igual que hablar por el fijo si vamos a tener una conversación larga.

Finalmente, debemos tener mucho cuidado con alejar el móvil de la cabeza lo máximo posible para evitar el efecto de las ondas. Incluso, durante la conversación es aconsejable cambiar el móvil de lado de la cabeza cada pocos minutos.

Y respecto a la televisión, es mejor desconectarla por completo en lugar de hacer uso del stand-by, así como sustituir las pantallas de plasma y con tubo catódico por las de cristal líquido.

Para conseguir una instalación bioeléctrica y evitar campos eléctricos y magnéticos innecesarios en nuestro hogar, también podemos aprovechar la próxima visita del electricista para comprobar que la toma de tierra, el cuadro de mandos con diferencial y el cableado de nuestra casa son adecuados para reducir nuestra exposición a las ondas.

 

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