La mononucleosis, más conocida como la enfermedad del beso, es una de las enfermedades infecciosas más comunes y con un mayor grado de contagio. Conocerla es importante para proteger nuestra salud, de modo que en este artículo vamos a hablar acerca de los síntomas de la mononucleosis en niños y en adultos, cómo se contagia y cuál es su tratamiento.
Qué es y cómo se contagia
La mononucleosis es una enfermedad producida por el virus VEB y en muchas ocasiones las personas contagiadas tienen que ser hospitalizadas.
Comúnmente se le suele denominar enfermedad del beso debido a que la saliva es uno de los principales medios de transmisión. Así, cuando alguien tiene contacto directo con saliva de una persona infectada, por ejemplo, mediante un beso, existen altas posibilidades de contagio.
No obstante, un beso no es el único canal de contagio para la mononucleosis. También se puede infectar a alguien con un contacto cercano, al estornudar, toser o al expulsar pequeñas gotas de saliva cargadas de virus. Compartir cubiertos o comida es otra vía de infección, por el mismo motivo.
Además, se han visto casos de contagio de mononucleosis a través de otras vías, como el citomegalovirus o una transfusión, aunque son mucho menos frecuentes que por la saliva de alguien con VEB.
Diferencia entre mononucleosis en niños y en adultos
La mononucleosis afecta sobre todo a adolescentes de entre 15 y 17 años, aunque en realidad todo el mundo puede verse infectado por la enfermedad.
Las principales diferencias entre la mononucleosis en niños y en adultos están en la gravedad y duración de los síntomas. De hecho, la mayoría de las veces se confunde con una gripe larga en niños, e incluso puede que se vean afectados por el virus sin tener síntomas o con algunos muy leves.
En cambio, los síntomas de la mononucleosis en adultos son mucho más intensos, llegando a necesitar asistencia sanitaria u hospitalización si se alargan en el tiempo o hay problemas como dificultades respiratorias.
Cuáles son los síntomas y cómo es el tratamiento
Los síntomas de la mononucleosis son bastante parecidos a los de cualquier otra infección vírica, aunque dependiendo de la gravedad pueden aparecer otros. Los más frecuentes son:
- Erupción en la piel, parecida a la que aparece cuando se padece sarampión.
- Fiebre.
- Reducción del apetito.
- Dolor o rigidez muscular.
- Inflamación en el cuello.
- Sensación de cansancio y sueño.
- Malestar general.
- Sangrado por la nariz.
- Taquicardia.
- Fotosensibilidad.
- Dificultades respiratorias.
Como norma general los síntomas de la mononucleosis suelen durar unos 10 días, tras lo cual empiezan a remitir, aunque algunos como la inflamación pueden alargarse hasta un mes más o menos, y el cansancio continuar en el tiempo.
Lo normal es conseguir una recuperación completa. El tratamiento para la mononucleosis consiste en tomar bastante líquido, descansar lo mejor posible y usar medicamentos contra el dolor o la fiebre, como paracetamol. Si la garganta está irritada, se recomienda hacer gárgaras con agua templada y sal.
En caso de que los síntomas continúen o se agraven, como sentir gran debilidad o tener problemas para tragar, habrá que acudir a un médico de urgencias para que haga una valoración.
Cómo prevenir la mononucleosis
La mononucleosis no es en principio una enfermedad grave, aunque la prevención nunca está de más. Para ello hay que tomar las mismas precauciones de higiene que con cualquier otro virus, en especial si se ha padecido. El VEB puede resistir varias horas fuera del cuerpo y las personas que la han sufrido siguen teniendo la capacidad de infectar a otros pasados varios meses. Además, debes tener en cuenta que los síntomas de la mononucleosis en niños y en adultos pueden ser muy diferentes.