Revisar tu coche antes de ir de vacaciones es necesario para evitar accidentes en la carretera
Cuando llegan los meses de verano solemos hacer un mayor uso del coche. Con frecuencia es nuestro medio de transporte elegido tanto para recorrer una larga distancia que nos lleve hasta la otra punta del país como para hacer escapadas de pocos kilómetros los fines de semana. Sea cual sea el uso que hagas de tu vehículo, las altas temperaturas también pueden influir en su correcto funcionamiento y por eso siempre conviene revisar tu coche de forma preventiva en el taller antes de irnos de vacaciones.
Puede que sí sólo usas el coche para desplazarte por la ciudad los pequeños fallos pasen desapercibidos, pero el día que salgas a la carretera puedes encontrarte con problemas que no esperabas por no haber revisado bien que tu coche está en perfectas condiciones. Te presentamos una lista de buenas razones por las que merece la pena poner tu coche a punto en el taller:
Nivel de aceite: Si el motor no está correctamente lubricado, las piezas internas, con el aumento de las temperaturas, se pueden romper y el motor dejar de funcionar de manera inmediata.
Nivel de líquidos: Es necesario para prevenir averías y daños mecánicos. Un nivel de líquido de frenos bajo puede ser síntoma de fugas en el circuito o de superficies desgastadas que pueden provocar fallos a la hora de frenar. Otro líquido importante es el limpiador para el limpiaparabrisas, que aunque no afecte al rendimiento del coche, si afecta a la calidad de conducción. En verano se acumulan muchos más insectos y polvo que pueden dificultar nuestra visión.
Frenos: Puede que haya aire en el sistema hidráulico, agua mezclada con el líquido de frenos, problemas con los latiguillos o con las pastillas… Son muchas los problemas relacionados con los frenos que pueden provocar que no seamos capaces de mantener el control del coche.
Luces: En la carretera, tan importante es ver como ser visto. Es especialmente importante revisar que funcionen las de freno y las de cruce¡, que deben estar lo más altas posibles pero sin llegar a deslumbrar.
Aire acondicionado: La carga de gas refrigerante puede ser la causa de que no se libere aire frío. Es algo muy necesario para tu seguridad, ya que el aire te permitirá mantenerse despejado y atento a la conducción en largas distancias y con altas temperaturas.
Presión y desgaste de los neumáticos: Si la profundidad mínima de los surcos de la banda de rodadura no supera los 1,6 mm y la presión de tus neumáticos tampoco es la óptima, la capacidad de maniobra y de frenado de tu coche se verá muy perjudicara. No sólo aumentará considerablemente la distancia de frenado, también perderás adherencia y podrás sufrir un reventón inesperado.
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