Las viviendas de consumo 0 o pasivo podrían ser una realidad en 2020
Plantearse la necesidad de instalar calefacción o aire acondicionado en casa puede dejar de tener sentido en un futuro próximo. Las viviendas de consumo 0 o pasivo son aquellas que han sido construidas para cubrir las necesidades energéticas de sus habitantes sin tener que recurrir a ninguna fuente. Por lo tanto, representan un importante ahorro energético para quienes residen en ellas. Y no solo eso, también ayudan a reducir la contaminación atmosférica.
Se espera que este tipo de edificios sean mayoría en el año 2020, en buena parte debido a las exigencias de la UE sobre reducción de emisiones de carbono.
Las características de los edificios de consumo pasivo
Las viviendas de consumo 0 se diseñan para que puedan cubrir las necesidades de sus inquilinos de forma pasiva. De hecho, solo recurren en casos extraordinarios de necesidad a fuentes de energía renovables. Para conseguir esto, se construyen teniendo en cuenta las características de la zona donde se ubican.
El aislamiento térmico con doble o triple acristalamiento y un sistema de recuperación del calor para la ventilación de la vivienda son dos de las claves para conseguir que este tipo de edificios consigan reducir el consumo de calefacción hasta en un 90%.
Una inversión que se rentabiliza
Las viviendas de consumo 0 están consolidadas en el norte de Europa, aunque en España hay muy pocas todavía, probablemente debido a su desconocimiento. Conllevan una importante inversión económica en un primer momento, pero hay que tener en cuenta que representan un importante ahorro posterior en energía.
Se calcula que las casas de consumo pasivo reducen la demanda de energía de los 100 kwh que requiere una casa tradicional a tan solo 15kwh. Esto significa que en unos 5 o 10 años se amortiza la inversión extra que requiere un edificio de este tipo.