Salsas y quesos, entre los errores que cometes en tu ensalada
Se dice que sobre ensaladas no hay nada escrito y que, al igual que con el arroz, se pueden encontrar cientos de recetas. Sin embargo, si por algo se conoce a la ensalada es por ser un plato sano y completo a partir de verduras frescas, bajo en calorías y que ayuda a aligerar el menú. Si quieres mantener la esencia de la auténtica ensalada, estos son los ingredientes que no deberías incluir.
1.-La selección de los frutos secos
Aunque los frutos secos son una gran fuerte de energía, también son muy calóricos. Debemos evitar las grandes cantidades (limitarnos a unas 8 o 10 piezas) y especialmente debemos evitar en todo momento los que no son naturales. Muchos frutos secos envasados están saturados de azúcares y conservantes, como los cacahuetes con miel, las almendras caramelizadas o las pasas deshidratadas.
2.-El peligro de las salsas y aderezos
Las salsas cremosas a base de crema, leche o queso pueden ser muy sabrosas, pero aumentan en exceso las calorías y la cantidad de grasas de tus ensaladas. Añade como máximo dos cucharadas por porción o prepara tus platos mejor con vinagretas o limón.
3.-Nada de pan frito ni picatostes
La salsa césar no es precisamente la más saludable para las ensaladas. Estos dos ingredientes solo aportan calorías y grasas saturadas. Puedes acompañar tu comida con pan integral y si echas de menos la sensación crujiente, puedes añadir unas pocas avellanas, almendras o nueces.
4.-Carnes y pescados fritos y empanados
Las proteínas que nos aportan la carne, el pescado y el huevo son necesarias en las ensaladas, especialmente si practicas deporte. Estos ingredientes ayudan a sentirnos saciados y a acelerar el metabolismo, además de aportar nutrientes necesarios para mantener la masa muscular.
Pero si recurrimos a los fritos y a los empanados, estaremos sustituyendo estos beneficios pos grasas y un aporte calórico innecesarios. Acompaña mejor tus ensaladas con carnes y pescados asados o a la plancha.
5.- ¿Y los quesos?
Los quesos son alimentos muy grasos, especialmente los de tipo manchego o los curados. Aunque su sabor no es tan intenso, las opciones light y el queso fresco serán una variante más inteligente.
Si piensas que después de eliminar estos ingredientes de tus ensaladas queda un plato aburrido e insípido, recuerda que aún existen múltiples y sanas combinaciones. Mezcla hojas de distintas lechugas, pruebas sus distintas texturas y sabores y aprovéchate de sus distintos beneficios para combatir el envejecimiento. Combina pimientos y tomates cherry de diferentes colores. O pásate a la cebolla morada. Las posibilidades de crear una ensalada sana, colorida y llena de sabor son infinitas.