El trabajo en equipo en la vida cotidiana también es posible: claves y ejemplos

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Trabajo en equipo vida cotidiana

El trabajo en equipo resulta beneficioso para muchos aspectos de nuestra vida. Todos sabemos que cooperar con la gente de nuestro entorno y aprender a responsabilizarnos de nuestras propias acciones puede ayudarnos en el ámbito  laboral.

Sin embargo, pocas veces tenemos en cuenta que el trabajo en equipo también es aplicable en nuestra vida cotidiana y puede reportarnos multitud de beneficios en familia, en el deporte, con nuestro grupo de amigos o en situaciones totalmente inesperadas. ¿Quieres conocerlos?

¿Qué es el trabajo en equipo?

Pero empecemos por lo más básico: la definición de trabajo en equipo. Podemos decir que es “toda práctica que conlleva la participación de varias personas en el desarrollo de una tarea”. Este concepto tan simple abarca otros dos más importantes:

  • Trabajar en equipo implica compartir habilidades y conocimientos, y una gran dosis de confianza mutua entre todos los miembros del grupo. En consecuencia, es una buena manera de crecer personalmente.
  • Igualmente, el trabajo en equipo nos ayuda a olvidar el individualismo y a asumir la necesidad de colaborar en la consecución de las metas propuestas, respetando siempre a los demás.

Trabajo en equipo sí, pero liderazgo también

Si bien, como hemos visto, el trabajo en equipo requiere de la participación de todas las personas implicadas, no debemos pasar por alto que para que sea realmente efectivo, es importante contar con un líder. Esta figura deber ser capaz de transformar un grupo de personas con un mismo objetivo en un verdadero equipo.

Los líderes buscan el éxito en el trabajo de grupo convirtiéndose en un guía participativo. Es decir, reservándose su derecho a decidir, pero involucrando al resto del grupo en sus decisiones. Por lo tanto, tiene en cuenta las necesidades y motivaciones de su equipo, para conseguir motivarlos al máximo.

Ejemplos de trabajo en equipo en la vida cotidiana

Si miras a tu alrededor, puedes encontrar numerosos ejemplos de trabajo en equipo en el día a día. Algunos de ellos son:

Emprender una vida en familia

Pocas tareas superan como ejemplo de trabajo en equipo a la de la formación de una familia. La confianza resulta un pilar básico, y quizá por primera vez en la vida, sus miembros dejan de pensar de forma individual para mirar por un bien compartido. La organización diaria de horarios, el reparto de tareas en casa, la gestión de los ingresos o la decisión de acogerse a una baja por maternidad conllevan un reparto de roles y un importante ejercicio de adaptación para todas las partes implicadas.

Gestionar una comunidad de vecinos

Nuestra vivienda es un espacio compartido en el que todos los vecinos persiguen un mismo objetivo. A pesar de que es normal que surjan fricciones, el trabajo en equipo se acaba imponiendo. Periódicamente se celebran reuniones, se elige una figura representativa que va rotando a lo largo de los años, se proponen temas, y se debate la mejor opción ante situaciones desagradables como la morosidad de un vecino o la ejecución de una derrama. Si alguna de las partes pierde la confianza o si las críticas dejan de ser constructivas, la gestión de la comunidad empezará a ser problemática.

Formar un grupo de música

Si te gusta la música y alguna vez has querido dedicarte a ello de una forma más seria, sabrás de la importancia de buscar buenos compañeros de viaje con los que llevar a cabo tu pasión. En un grupo hay diferentes miembros, cada uno especializado en una función: solista, guitarra, batería… La asignación de roles, la correcta ejecución de cada partitura o la elección y creación de las piezas a interpretar, requiere de una alta implicación que permita conseguir los resultados esperados.

Claves para trabajar en equipo de forma efectiva

Las personas somos individualistas por naturaleza, por lo que trabajar en equipo también requiere de un aprendizaje. Estas son las claves que deberías tener en cuenta a la hora de ponerlo en práctica:

  • Ha de tenerse una actitud activa frente a las críticas constructivas que nos permita mejorar progresivamente.
  • La comunicación clara y concisa entre todos los implicados en el trabajo de equipo ayuda a que todos los miembros del equipo puedan hacer sus tareas sin perder tiempo.
  • Por último, es muy importante la adaptación al entorno de trabajo, complementando así las capacidades de cada miembro del equipo.

Cumpliendo con todas estas características, conseguiremos que las metas concretas de cada persona se conviertan en una meta común, siempre basándonos en la tolerancia y el respeto por los demás.

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