Tu estado de ánimo te influye más de lo que piensas
Tu calidad de vida no depende solo de mantener tu organismo en buenas condiciones y cuidarte de estar en buena forma. Tu estado de ánimo puede hacer que tu cuerpo no reaccione como debiera y que, por lo tanto, te sientas mal. Aprender a gestionar tus emociones y pensamientos ayudará a mejorar tu estado de ánimo y, por lo tanto, tu salud.
La relación entre cuerpo y mente
Está demostrado que el cuerpo y la mente funcionan de manera unitaria en algunos sistemas esenciales de nuestro organismo, como el inmunitario, el endocrino y el nervioso central. En consecuencia, todas las reacciones bioquímicas del cuerpo pueden asociarse con un componente emocional.
Hay que tener en cuenta que los órganos de nuestro cuerpo se unen con el cerebro directamente, por lo que este transmite nuestras emociones por todo el organismo. En otras palabras, nuestro estado de ánimo influye en las posibles enfermedades que podamos padecer. De hecho, se considera que la esperanza, la autoestima y la educación de cada paciente son esenciales en su evolución.
El estrés y el estado de ánimo
Una de las emociones que más pueden dañar nuestra salud es el estrés. Este estado psicológico puede hacer que cualquier enfermedad se desarrolle negativamente y mucho más rápido de lo que debiera, especialmente en lo que se refiere al corazón, los pulmones y el hígado. Incluso está demostrado que los pacientes con cáncer que padecen depresión evolucionan mucho peor en su enfermedad.
¿Por qué sucede esto? Esencialmente, porque el estrés hace bajar nuestras defensas, lo que dificulta la reacción del organismo ante cualquier enfermedad.
Las mujeres y el estrés
La salud de las mujeres es especialmente sensible a los problemas de estrés. Así, una mujer que tenga este tipo de problema psicológico puede padecer trastornos en sus órganos sexuales, trastornos del suelo pélvico e, incluso, pérdidas de orina. Todo esto repercute en su autoestima, lo que aun acaba empeorando más su nivel de estrés.
En definitiva, huir del estrés nos ayuda a mejorar nuestra salud física y a sentirnos mejor con nosotros mismos, dos elementos fundamentales para que podamos tener una buena calidad de vida.