Aumentar la productividad de una empresa en verano con incentivos y actividades
Mantener buenos niveles de productividad y rendimiento laborales en verano puede convertirse en todo un desafío. Prueba de ello es que numerosas empresas implantan las jornadas intensivas en la época de verano. Debido a distintos factores disuasorios como son el calor, el buen tiempo, o el incremento de la actividad social, la productividad y concentración del trabajador descienden hasta un 20% y la distracción aumenta en un 45%, según un estudio elaborado por Captivate.
Además, el periodo veraniego aumenta la percepción de sueño, de cansancio y reduce la capacidad de pensar críticamente y de desarrollar la creatividad. Para combatir contra ello, aprovechar al máximo la jornada intensiva estival, y rendir más en el negocio, elaboramos una lista de consejos que, aplicados, mejorarán el ambiente laboral y la productividad del empleado en época de verano.
Más flexibilidad laboral
Es importante flexibilizar las jornadas laborales, permitir el teletrabajo y entregar permisos de cambios de horario. Dar facilidades para que los trabajadores puedan tomarse días de descanso aumentará su rendimiento en un 40%.
Incluye actividades de cohesión social
El verano y buen tiempo son ideales para organizar distintas actividades recreativas, fuera de la empresa, en las que incluir a la familia. Comidas, rutas en bicicleta o sesiones de yoga colectivas pueden producir una mayor cohesión entre los miembros del trabajo, mejorando su estado de ánimo y productividad.
Mejora el ambiente laboral
Es indispensable tener una climatización adecuada en el lugar de trabajo. Una temperatura ambiente entre los 23 y 24º es ideal para trabajar en verano. Fomenta el desarrollo de tareas abandonando la multitarea: enfocarse en un único objetivo es más productivo que tener muchos labores en las que emplearse.
Aperitivos en la oficina
Ofrece chocolate, frutos secos, gominolas y frutas del verano a modo de tentempié: sus características nutritivas benefician la productividad y concentración del trabajador. Además, si en verano aplicáis jornada reducida, la hora de la comida siempre parecerá lejana. Engañar el estómago es la mejor forma de que el hambre no interfiera en el rendimiento.
Aumentar la productividad en la jornada intensiva de verano es indispensable ya que mejora la colaboración entre compañeros, aumenta la motivación del empleado, facilita su desconexión y el ambiente laboral es mejor. El empleado notará que su trabajo es realmente productivo al verse tan bien atendido por la empresa por la que emplea esfuerzo y energía en momentos en los que se hace difícil trabajar, como es el mes de agosto.
