El humor es compatible entre las distintas generaciones de una familia
Tener sentido del humor y reírnos habitualmente es una de las mejores terapias para nuestra salud. Además, resulta esencial para ayudar a la buena convivencia en familia, aunque a veces algunas personas no aceptan igual de bien las bromas de otros. ¿Por qué sucede esto?
Un estudio científico de la Universidad de Toronto, afirma que jóvenes y ancianos viven el humor de manera diferente, fruto de una evolución que experimentamos todos con el paso de los años.
La percepción del humor en los ancianos
Este estudio analizó la comprensión y reacción de personas de diferentes edades ante un chiste o una broma no verbal, y midió las capacidades de cada persona para entender el humor, como la posibilidad de abstracción o la flexibilidad cognitiva.
Una de sus conclusiones más destacadas es que los mayores disfrutan más del humor, aunque les cueste más entender los chistes y se rían menos tiempo. Además, tampoco asumen muy bien las bromas agresivas y las relacionadas con la edad.
De todos modos, y aun teniendo en cuenta estas diferencias entre jóvenes y ancianos en cuanto a su sentido del humor, no podemos olvidar la importancia de la risa como elemento vital imprescindible y cómo un excelente aliado a la hora de fomentar la cohesión familiar.
Fomenta el humor en familia
Una vez desterrado el mito de que el humor entre las distintas generaciones de una familia no es compatible es el momento de ponerlo en práctica. El humor disminuye tensiones y permite abordar los conflictos cotidianos con mejor ánimo, ya que facilita el diálogo y propicia un ambiente más distendido y relajado, donde cada miembro de la familia puede mostrarse como verdaderamente es.
Tan sólo hay que saber cómo buscar el equilibrio necesario para que todos los miembros de la familia se sientan a gusto y puedan beneficiarse de todas las propiedades de la risa.