A veces es un olor, a veces es una caricia, o un pastel de chocolate, o una canción, o una mirada… La vida está llena de experiencias que parecen inolvidables. En cambio, un buen día comienzan a borrarse algunos recuerdos en la memoria de manera totalmente increíble. Después llega la dificultad para contar el dinero, reconocer el camino de vuelta a casa o al nieto que acaba de inundarlo todo con su risa. Y, por último, llega la incapacidad para poder vestirse o llevarse la cuchara a la boca. Así es el Alzheimer, sus fases suponen un deterioro de la memoria que sufren tanto familiares y amigos como el propio paciente.
Hoy, la comunidad científica sigue investigando para encontrar la cura del Alzheimer o un tratamiento que retrase aún más sus síntomas. La lucha contra este tipo de demencia senil continúa y en el camino surgen iniciativas como Hogeweyk, una residencia para este tipo de pacientes con unas características tan particulares como elogiables, ya que permiten que los enfermos de Alzheimer puedan llevar una vida razonablemente normal.
Hogeweyk, demencia village, un lugar inolvidable
Hogeweyk es una residencia para personas con demencia situada en Weesp, al sureste de Amsterdam. En su interior, la vida se organiza de tal manera que permite a sus habitantes relacionarse entre sí con la sensación de independencia similar a la que disfrutaban antes de padecer la enfermedad. Sin embargo, la residencia les ofrece toda la ayuda y suministro que necesitan: lavar, cocinar, hacer la compra, etc.
Los habitantes de Hogeweyk residen en casas diferenciadas por estilos de vida y ellos mismos son los encargados de administrarlas, eligiendo su decoración y la manera de vivir en ellas. Estas viviendas conforman un pueblo que incluye calles, plazas, jardines y un parque donde sus residentes pueden pasear sin peligro alguno. Y, al igual que cualquier pueblo, Hogeweyk cuenta con un restaurante, un bar y un teatro, donde sus habitantes pueden salir a divertirse.
La gran diferenciación de Hogeweyk con respecto a otras residencias es que sus habitantes disponen de total libertad y autonomía, favoreciendo la socialización, un aspecto crucial para pacientes con Alzheimer o demencia senil.
El bienestar social de Hogeweyk reduce los síntomas del Alzheimer
No es extraño que Hogeweyk haya recibido multitud de premios, valorando el excelente trato que reciben sus residentes. Sin duda, se trata de un ejemplo a seguir del que deberían tomar equipos geriátricos del resto del planeta.
Hogeweyk no solo ha mejorado la calidad de vida de los pacientes con enfermedades de la memoria, sino que también ha sido capaz de reducir los fármacos que de otra manera es imprescindible suministrarles. Los datos hablan por sí solos, antes de que Hogeweyk se convirtiera en esta entrañable ciudad, el 50% de sus pacientes recibía medicamentos antipsicóticos, mientras que después de implantar el proyecto esta cifra se redujo al 8%, según The Economist, lo que presupone una reducción considerable de los síntomas del Alzheimer.
¿Cuánto cuesta Hogeweyk?
Esta ciudad necesita 6.000 euros al mes por cada residente para mantenerse. Sin embargo, no todos sus habitantes aportan esta cantidad, ya que el proyecto está subvencionado por el gobierno de Holanda, parcialmente o en su totalidad, dependiendo de los recursos de cada residente.
¿Podría implantarse una residencia como Hogeweyk en España? ¿Utopía o realidad? Hasta la fecha, sigue siendo una excelente propuesta para mejorar la vida de personas con Alzheimer que tarde o temprano podría materializarse.
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