Contar con unos niveles normales en las analíticas es algo esencial. Cuando niveles como los de la hemoglobina y el hematocrito no están dentro de lo recomendable, se pueden producir carencias y enfermedades, así que siempre debemos tener presente la importancia de llevar un adecuado control y, con ello, mantener nuestra hemoglobina en valores normales.
En este artículo hablaremos de todo lo relacionado con la hemoglobina, qué es y cuáles son las causas de que tengamos los hematocritos bajos. También veremos cómo evitarlo para prevenir problemas de salud.
Qué son los hematocritos
Cuando hablamos de hematocritos nos referimos a la cantidad de glóbulos rojos que hay en nuestra sangre, responsables de llevar oxígeno a las células. Por lo tanto, cuando los hematocritos están altos, la capacidad que tiene la sangre para oxigenar el organismo es mayor. No obstante, unos niveles muy altos de hematocrito no siempre son positivos, porque hacen que la sangre sea más espesa y, por tanto, es más difícil que llegue a todos los tejidos. Por eso es tan importante controlar que los niveles sean adecuados.
Qué es la hemoglobina
La hemoglobina tiene mucho que ver con los hematocritos, porque esta proteína es el vehículo en el que viaja el oxígeno por la sangre. Cada una de estas proteínas carga con 4 moléculas de este gas vital, lo distribuyen por los tejidos y ayudan a que los glóbulos rojos se mantengan en buenas condiciones.
La hemoglobina en valores normales es un síntoma de buena hidratación, así como de que el organismo tiene el hierro necesario para cumplir con todas sus funciones de un modo adecuado.
Si todavía no te queda claro qué es la hemoglobina y en qué se diferencia de los hematocritos, piensa que la primera es la proteína que transporta el oxígeno a la sangre, mientras que los segundos se corresponden al porcentaje de glóbulos rojos en relación con el volumen sanguíneo.
Hemoglobina: valores normales
Respecto a la hemoglobina, los valores normales varían en función del sexo, la edad e incluso el estado de salud de cada persona. Para tener un cálculo aproximado, podemos decir que en el caso de los hombres adultos la hemoglobina en valores normales debe mantenerse entre 14 y 18 g/dL, mientras que para las mujeres se fija un intervalo de entre 12 y 16.
Hemoglobina baja: causas
Como normal general, los niveles de hemoglobina baja indican que padecemos anemia. Aunque existen diferentes tipos de anemia, por lo que es importante que un médico especializado analice el origen:
- Anemia por falta de hierro. La más habitual, en la que el organismo no puede producir la hemoglobina que le hace falta por carecer de este mineral. Puede deberse a una pérdida importante de sangre o a que el organismo no absorbe de forma adecuada el hierro que se ingiere.
- Deficiencia de nutrientes. La falta de vitamina B12 o ácido fólico puede producir un tipo de anemia, al alterar los glóbulos rojos y hacer que sean menos eficaces para transportar el oxígeno y otros nutrientes a los tejidos.
- Anemia aplásica. Esta anemia hace que la médula ósea ataque a las células madre, encargadas de producir los glóbulos rojos.
Estos son solo algunos de los motivos por los que puedes tener unos niveles bajos de hemoglobina. También puede ocurrir debido a una enfermedad o un tratamiento como la quimioterapia, que a veces bloquea la capacidad del organismo para generar glóbulos rojos. El embarazo puede producir anemia, por lo que también es probable que haya niveles bajos de hemoglobina.
Niveles altos de hemoglobina
La hemoglobina alta puede indicar que padecemos una enfermedad extraña, denominada policitemia, que hace que la sangre sea demasiado espesa y aumente el riesgo de sufrir un coágulo, un ataque al corazón o una apoplejía. Si no se trata con rapidez, las consecuencias pueden ser nefastas.
Otras causas de niveles altos de hemoglobina son estar deshidratado, fumar o vivir en una zona muy elevada, así como enfermedades del corazón o pulmones.
Síntomas de la hemoglobina baja
Si los niveles de hemoglobina no bajan demasiado, puede que no se note ningún síntoma, pero si descienden bruscamente notaremos alguna de estas señales:
- Sensación de cansancio o fatiga sin que haya un motivo aparente.
- Palidez en la piel.
- Mareo.
- Sensibilidad a las temperaturas bajas.
- Falta de concentración.
- Arritmia cardíaca.
Por supuesto, estos síntomas de por sí no indican que tengas la hemoglobina baja. Para asegurarte, lo mejor es acudir a un profesional de la salud.
Cómo prevenir unos valores anormales de hemoglobina
Para saber si se tiene la hemoglobina en valores normales, se procede a realizar un análisis de sangre en el que se sabe con certeza si los síntomas se deben a que hay más o menos hematocrito del recomendable. En este caso, será necesario acudir al médico de cabecera o a un hematólogo para que indique el tratamiento a seguir.
Antes de llegar a este extremo, se puede prevenir mejorando la alimentación. Los alimentos ricos en hierro como las carnes rojas o el pescado azul y frutas o verduras ricas en vitamina C para favorecer su absorción, pueden ser de gran ayuda. También se puede tomar algún suplemento siempre que lo recomiende el experto.
Asimismo, hay que tener cuidado con alimentos y sustancias que pueden bloquear el hierro, como los estimulantes (café, té, refrescos de cola), lácteos o alimentos ricos en fibra. No hay que evitar su consumo, pero sí controlarlos, sobre todo si se tienen unos niveles bajos de hemoglobina.
Un chequeo regular nunca está de más
Si quieres mantener la hemoglobina en valores normales, además de una alimentación equilibrada es buena idea hacerte una revisión de vez en cuando. Así sabrás si todo está en orden, o si necesitas vigilar algunos de tus niveles.
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